Kabul/Islamabad, 19 abr (EFE).- El viceprimer ministro y ministro de Asuntos Exteriores de Pakistán, Mohammad Ishaq Dar, destacó este sábado a su homólogo afgano, Amir Khan Muttaqi, la importancia de que Islamabad y Kabul aborden las cuestiones relacionadas con la seguridad y la gestión fronteriza que afectan a ambos países, durante su visita a la capital de Afganistán.

“El viceprimer ministro (Ishaq Dar) destacó la importancia fundamental de abordar todas las cuestiones pertinentes, especialmente aquellas relacionadas con la seguridad y la gestión fronteriza, con el fin de aprovechar plenamente el potencial de comercio y la conectividad regional”, dijo el Ministerio de Asuntos Exteriores paquistaní en un comunicado.

Ishaq Dar se reunió este sábado con Muttaqi, un día después de que Islamabad informase de que más de 84.000 afganos han sido deportados desde Pakistán a Afganistán en lo que va de abril, con motivo de la actual fase de la campaña masiva de repatriación de personas puesta en marcha desde el pasado 1 de abril por el Ejecutivo paquistaní.
Según Islamabad, Pakistán y Afganistán “reafirmaron su compromiso de fomentar relaciones mutuamente beneficiosas y coincidieron en la importancia de mantener un diálogo de alto nivel”.
Los dos países sudasiátcos subrayaron la necesidad de elaborar estrategias de mejora en áreas de interés común para las dos naciones como la seguridad, el comercio, el tránsito, la conectividad y los contactos entre poblaciones de ambos países.
Posteriormente a su reunión con su par afgano, Ishaq Dar -el segundo canciller paquistaní que visita Afganistán desde la llegada al poder de los talibanes en agosto de 2021- mantuvo un encuentro con el jefe del Gobierno de facto de los fundamentalistas, el mulá Muhammad Hassan Akhund.
Según un comunicado remitido por el ministerio paquistaní, ambas partes “reafirmaron su compromiso con el diálogo continuo” y “acordaron mantener intercambios de alto nivel para seguir reforzando las relaciones entre estos dos países hermanos”.
Además de la oleada reciente de deportaciones, que según la Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) podría afectar a 800.000 afganos residentes en Pakistán, Islamabad y Kabul mantienen una relación tensa, especialmente en materia fronteriza y de seguridad.
La porosa Línea Durand, como se conoce a la frontera que se extiende 2.640 kilómetros entre los dos países, sigue siendo un punto polémico de la relación entre Pakistán y Afganistán.
Kabul no reconoce la frontera y reclama territorio dentro de Pakistán, y los cierres de fronteras debido a tensiones o incidentes de seguridad son frecuentes.
Además, Islamabad acusa a Afganistán de permitir a los insurgentes del Tehreek-e-Taliban Pakistan (TTP), hermanos ideológicos de los fundamentalistas de utilizar territorio afgano para lanzar ataques sobre Pakistán, una afirmación que niegan los talibanes, que instan a su país vecino a abordar sus problemas internos.
En materia de deportaciones, el Gobierno paquistaní ha repatriado desde el 1 de abril de vuelta a Afganistán a las personas con Tarjeta de Ciudadanía Afgana (ACC, por sus siglas en inglés), un documento de residencia temporal que otorgaban las autoridades de Pakistán.
El ejecutivo comenzó a emitir estas tarjetas en 2017, reemplazando la categoría “Prueba de Registro” (PoR, por sus siglas en inglés), que se emitía principalmente para los refugiados que huyeron de Afganistán después de la invasión soviética de 1979.
Además de estos dos grupos, que hasta ahora vivían legalmente en Pakistán, hay más de 1,7 millones de afganos indocumentados que Islamabad comenzó a deportar en noviembre de 2023.
Tras la toma del poder por los talibanes afganos en Kabul en 2021, más de 600.000 afganos huyeron de su país a Pakistán por temor a ser perseguidos por los fundamentalistas. EFE
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