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‘Palestina tiene una pena’, una exposición incómoda e inmersiva sobre el conflicto en Gaza

Fotografía que muestra imágenes durante un recorrido por la exposición "Palestina tiene una pena", este martes en el Museo Violeta Parra, en Santiago (Chile). EFE/ Raúl Gómez

Santiago de Chile, 18 jun (EFE).- El Museo Violeta Parra presentó la exposición ‘Palestina tiene una pena’, del fotoperiodista Belal Khaled (Gaza, 1992), quien documentó los primeros 200 días del ataque de las fuerzas israelíes contra el pueblo palestino tras los atentados de Hamás en octubre de 2023, un trabajo incómodo e inmersivo que introduce al espectador en uno de los peores conflictos bélicos del actual siglo.

En un informal encuentro con la prensa, entre tazas de café y té, dulces típicos, pastas y el calor de una estufa que calienta a los periodistas que acudieron al museo ubicado en Santiago de Chile, el testimonio de Khaled sobre lo vivido durante esos meses en su tierra natal heló la sala y a los presentes.

“He cubierto muchos conflictos y nunca he visto lo que vi en Gaza. Fue muy duro para mí, estuve cubriendo un genocidio contra mi gente”, declaró el fotoperiodista en un espacio mueístico también herido por las cicatrices de la violencia.

“Documentamos los ataques a hospitales llenos de gente enferma y herida. Bombardearon un hospital con más de veinte bebés ingresados. Nosotros vimos la verdad con nuestros propios ojos”, lamentó con resignación al ser preguntado por las acusaciones de Israel de que los hospitales palestinos encubrían a terroristas de Hamás.

Primera exhibición del museo tras los incendios

El museo Violeta Parra sufrió tres incendios durante «el estallido social» de 2019, la mayor y más violenta protesta popular ocurrida en Chile desde el fin de la dictadura, reabrió sus puertas en enero del pasado año y esta será la primera exhibición desde entonces, a pesar de que el edificio continúa presentando visibles desperfectos.

Así, como si surgieran de entre las propias cenizas de la estructura, Khaled lleva a este espacio una colección de unas 30 imágenes que son un testimonio vivo del horror del pueblo palestino.

Esta exposición llena las paredes aún carbonizadas del museo con retratos no solo de muerte, de sufrimiento o de hambre; sino también de vida, de resiliencia y de esperanza, la esperanza de un pueblo que aún sigue sonriendo y luchando por la dignidad que intentan arrebatarle.

‘Palestina tiene una pena’ es una experiencia inmersiva -la primera de este tipo en Chile- que mezcla las imágenes con el entorno y que en ocasiones ahoga e incómoda, no solo por la crudeza de los retratos sino también por el ambiente que se genera en el interior del espacio.

Los curadores de la exposición, Stephanie Elías y Bruno Salas, declaran que el trabajo de Khaled se componía de unas mil imágenes, las cuales tuvieron que organizar y seleccionar.

Un trabajo arduo y costoso que desembocó en esta exposición que “convierte en imposible seguir caminando la vida como lo hemos hecho hasta ahora”, afirmaron.

“Es un honor para mi que mi exhibición sea la primera del museo tras los incendios. Me gustaría que esto sea un símbolo; así como el renacimiento del museo, que esto sea un símbolo del renacimiento de Gaza”, concluyó Khaled.