Paloma Picasso: No es fácil ser hija de Pablo Picasso, pero tampoco de François Gilot

No es fácil ser hija de Pablo Picasso, pero tampoco de François Gilot", ha confesado este jueves Paloma Picasso (en la imagen junto al director del Museo Picasso, Emmanuel Guigon) en la presentación de la exposición 'Crecer entre dos artistas', con el que el Museo Picasso de Barcelona rinde homenaje a su hermano Claude. EFE/Enric Fontcuberta

Barcelona, 24 jul (EFE).- «No es fácil ser hija de Pablo Picasso, pero tampoco de François Gilot», ha confesado este jueves Paloma Picasso en la presentación de la exposición ‘Crecer entre dos artistas’, con el que el Museo Picasso de Barcelona rinde homenaje a su hermano Claude.

Calificada por el director del museo y cocomisario, Emmanuel Guigon, como «sensible, emocionante y poética», la exposición se podrá ver desde mañana viernes hasta el próximo 26 de octubre, y el público podrá seguir un viaje emotivo por la infancia de Claude y Paloma Picasso junto a sus padres, en Vallauris, en el sur de Francia, adonde se trasladaron tras la Segunda Guerra Mundial.

Impulsada por la propia Paloma Picasso, la muestra reúne cerca de un centenar de obras icónicas, y muchas de ellas inéditas como ‘La Guenon et son petit’, entre pinturas, cerámicas, juguetes y fotografías familiares, así como correspondencia, que ofrecen «una mirada íntima y excepcional a la vida familiar del artista», remarca Guigon.

Las obras de la exposición, que ha contado con el apoyo de toda la familia Picasso, transmiten, según Guigon, «la felicidad de la vida familiar, y al mismo tiempo una vida centrada en el trabajo», porque, como ha precisado Paloma, sus padres eran «por encima de artistas, dos trabajadores».

 Retratos familiares con forma de sombras chinas

Comienza la exposición con los retratos de los cuatro integrantes de la familia, convertidos en sombras chinas, pero que «también se podría interpretar como las figuras de las cerámicas griegas», anota el director del museo barcelonés.

En una segunda sala hay retratos de la familia, algunos inéditos como un retrato de Françoise Gilot de 1946 (‘Mujer joven sentada’), cuadros en los que se ve a los niños jugando, muchos recortes de papel convertidos en pequeños objetos para jugar, fuera un mosquetero, un autobús o un «arlequín dislocado».

En este mismo espacio se encuentra la escultura ‘La mona y su cría’ (1951) y los dibujos preparatorios, que muestran el proceso seguido por Picasso para convertir en una mona unos cochecitos que le había regalado Daniel-Henry Kahnweiler a Claude y que el artista ‘robó’ a su hijo.

«Esta escultura es la demostración de que Picasso, más que un genio, es humano, porque decir que es un genio es como si su creatividad le hubiera caído del cielo, y detrás de cada obra había mucho trabajo, como se ve en los dibujos en los que esos coches de Claude se convirtieron en una mona», ha señalado Guigon.

Primera exhibición en España de la obra de Gilot

No es fácil ser hija de Pablo Picasso, pero tampoco de François Gilot", ha confesado este jueves Paloma Picasso (en la imagen) en la presentación de la exposición 'Crecer entre dos artistas', con el que el Museo Picasso de Barcelona rinde homenaje a su hermano Claude. EFE/Enric Fontcuberta

En el ecuador del recorrido, se pueden contemplar, por primera vez en España, algunas de las obras de Gilot, centradas en Claude y Paloma y la vida familiar en Vallauris, en la casa de La Galloise.

Se trata de una obra muy influenciada por Picasso, como se puede comprobar en óleos como ‘Claude y Paloma jugando con una pelota’ (1953), ‘Mis hijos jugando’ (1952), ‘Claude a caballo sobre un juguete’ (1952) ‘La lección de lectura’ o ‘La mesa del jardín con Claude’, éstas sin fecha.

Al final de la exposición, se exhiben algunas cerámicas picassianas con Claude como protagonista, una filmación en la que se puede ver al artista transformar un vaso en una paloma, así como la película que el propio Claude dirigió con Thierry Spitzer un año después de la muerte del malagueño, ‘Atelier 74’, que documenta el estado del taller de La Californie, prácticamente intacto desde que Picasso lo abandonó en 1961 para instalarse en Mougins.

Paloma Picasso ha destacado que «en aquel ambiente familiar no había diferencia entre las obras importantes y los juguetes que hacía Picasso», como unas muñecas que creó con la cara de su hija, que «apenas las hizo -ha recordado- me las quitó, así es la vida».

No ha ocultado también su satisfacción de que se pueda ver en Barcelona la obra de su madre, algo que frustró la pandemia.

La relación con dos padres artistas

Sobre la relación con dos padres artistas, Paloma Picasso ha comentado: «Mi padre vivía y compartía cosas con nosotros, ponía su vida como ejemplo, y mi madre, con un pensamiento más intelectual, expresaba su temor de que acabáramos odiando el arte, porque era el arte el que nos robaba tiempo con nuestros padres; pero vivir en un ambiente tan creativo es lo mejor para un niño».

Ha asegurado que no tiene muchos recuerdos de sus padres juntos, pues cuando se separaron ella tenía cuatro años, pero «lo hicieron bien, porque ninguno de los dos hablaba mal del otro».

De ambos heredó la idea de «no conformarse con lo que sabes hacer, sino ir más allá» y fue así como se acabó dedicando al diseño de joyas.

No es fácil ser hija de Pablo Picasso, pero tampoco de François Gilot", ha confesado este jueves Paloma Picasso en la presentación de la exposición 'Crecer entre dos artistas', con el que el Museo Picasso de Barcelona rinde homenaje a su hermano Claude. EFE/Enric Fontcuberta