Ciudad de Panamá, 12 sep (EFE).- Panamá inauguró este viernes el Centro Regional de Innovación en Vacunas y Biofármacos (CRIVB AIP), una iniciativa pionera dirigida a la investigación, desarrollo, producción y distribución de vacunas y biofármacos en Centroamérica y el Caribe.
Situado en la Ciudad del Saber de la capital panameña, el Centro es el primero de su tipo en Centroamérica y el Caribe, y pretende facilitar «el acceso equitativo a vacunas y biofármacos» a los países de una región con «una población de casi 95 millones de habitantes y una cohorte de nacimientos de casi 1,8 millones de niños» cada año, destaca a EFE su directora, la doctora Paulina Franceschi.
Los centroamericanos y caribeños son países en su mayoría de ingresos bajos y medios, y el CRIVB AIP «lo que intenta es construir las capacidades para la investigación y desarrollo de estos productos y, oportunamente a través del Fondo Rotatorio de Acceso a Vacunas de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), distribuirlos en la región a menor costo, con una mejor cadena logística y con menor dependencia de proveedores externos», agrega.
Etapa uno: investigación y desarrollo

En su primera fase, que arranca este viernes, el Centro se enfocará en el desarrollo de vacunas contra enfermedades tropicales desatendidas y patógenos reemergentes, y en la innovación en biofármacos, que son productos que se generan a partir de células y de mecanismos vivos y no de químicos, como detalla Franceschi.
«Haremos un énfasis inicialmente en vacunas de patógenos que les llamamos de enfermedades tropicales desatendidas y en patógenos que pueden ser reemergentes, precisamente por el calentamiento y el cambio climático. Eso incluye toda esta gama de virus como influenza, dengue, rotavirus, virus respiratorio sincicial», entre otros, señala la especialista.
El otro componente del Centro son los biofármacos y el desarrollo, por ejemplo, «de lo que se llama anticuerpos monoclonales humanizados, que se usan en inmunoterapias» para tratar afecciones como la psoriasis y en algunos tipos de cáncer «como abordaje de inmunoterapia para ir reemplazando la quimio y la radioterapia».
Para todo esto se ponen en marcha laboratorios altamente especializados, «que no son fáciles de instalar» en otros países, a fin de construir las capacidades científicas y tecnológicas, atraer capital humano cualificado de toda la región y sentar las bases para la futura producción, explica Franceschi.
Etapa dos: producción y distribución

La capacidad de producción «va a ser la segunda fase, posiblemente en un par de años. Estamos en conversaciones con aliados muy importantes, globales, para entrar en consorcios y poner la planta propiamente de manufactura, a partir de modelos innovadores», afirma la directora del CRIVB AIP, que es un proyecto de la Secretaría Nacional de Ciencia, Tecnología en Innovación (Senacyt) de Panamá.
«Estamos considerando la posibilidad también de poner a más corto plazo una planta que haga el ‘fill and finish'» o el rellenado, reetiquetado y distribución desde Panamá de vacunas importadas a granel desde otros países. «O sea que tenemos varias opciones para la segunda fase», dice la doctora panameña.
En todo caso, el objetivo es disminuir la dependencia de las cadenas globales de suministro y aprovechar la posición de Panamá como nodo logístico para distribuir vacunas y biofármacos a menor costo y en menor tiempo a toda la región, sostiene Franceschi.
Sistema de alerta temprana
El CRIVB AIP contempla además un componente estratégico con la implementación de un observatorio en la región selvática del Darién, fronteriza con Colombia, que funcionará como un sistema de alerta temprana para detectar la aparición de agentes infecciosos con potencial pandémico.
El Darién fue escenario entre 2021 y 2024 de una crisis humanitaria y migratoria, con el paso de centenares de miles de viajeros irregulares procedentes de todo el mundo, pero especialmente venezolanos, que se dirigían hacia Estados Unidos en busca de una mejor vida. EFE
gf/fa/gad
(foro)(video)