Paso Canoas (Panamá/Costa Rica), 30 jul (EFE).- La localidad de Paso Canoas, situada en la frontera binacional entre Panamá y Costa Rica y un importante punto de tránsito migratorio en la región, fue escenario este miércoles de la décima ‘Caminata Binacional contra la Trata de Personas’ en conmemoración del día mundial contra este delito, que se conmemora cada 30 de julio.
«Ser niños no nos impide el derecho al camino y a la libertad» y «No a la trata, la vida no es una mercancía, no estoy a la venta», fueron algunos de los mensajes impresos en las pancartas que portaban estudiantes y mujeres durante la caminata, mientras cruzaban la línea imaginaria que divide a ambos países.
La actividad, que busca sensibilizar a las comunidades fronterizas sobre la importancia de denunciar este crimen, fue organizada por la Unidad Técnica Ejecutora Binacional (UTEB) de la Comisión Permanente para la Protección y Asistencia a Migrantes en Condiciones de Vulnerabilidad (Coppami), en coordinación con 25 instituciones de ambos países y representantes de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM).
Panamá y Costa Rica comparten una frontera abierta de 355 kilómetros de extensión, por lo que se han implementado controles más estrictos, confirmó a EFE el secretario general del Servicio Nacional de Fronteras (Senafront) de Panamá, Héctor De Sedas.
De Sedas, quien subrayó que estas acciones apuntan a reforzar la prevención de la trata de personas, también anunció el relanzamiento de una operación con más de un centenar de unidades desplegadas para fortalecer los controles en la zona.
«La articulación de los esfuerzos de Estado entre Panamá y Costa Rica permite que estos delitos sean afrontados de forma efectiva», agregó el comisionado.
Generar conciencia contra la trata en la frontera

Por su parte, el subdirector general de la Dirección General de Migración y Extranjería de Costa Rica, Berny Barquero Castro, manifestó a EFE que es «importante la correlación y el trabajo conjunto y articulado que se ha venido haciendo con la República de Panamá (y) desde Costa Rica siempre hemos mantenido una posición para abordar este tipo de problemáticas que son esenciales para la sociedad costarricense y panameña».
Mientras que el director regional de Migración en Chiriquí, Roderick Mendoza, explicó a EFE que esta caminata tiene como objetivo generar conciencia en la población fronteriza sobre el flagelo de la trata de personas, que sigue latente.
La caminata comenzó a las 09:00 hora local (14:00 GMT) en el sector panameño y concluyó con un acto protocolar en el parque de Paso Canoas, ya en territorio costarricense, donde se reiteró el llamado a denunciar casos de trata de personas, en especial aquellos que involucran a migrantes en condiciones de vulnerabilidad.
El flujo migratorio irregular por la frontera de Paso Canoas se ha mantenido prácticamente nulo, gracias a la apertura del Centro de Atención Temporal a Migrantes (CATEM) por parte de Costa Rica, ubicado a unos 10 kilómetros del límite con Panamá, y la caída drástica de la migración hacia Estados Unidos desde la llegada de Donald Trump al poder el pasado enero.
Según datos difundidos por las autoridades migratorias panameñas, en el flujo inverso más de 13.200 migrantes irregulares han ingresado a Panamá en lo que va del año, en su tránsito de regreso hacia el sur del continente, tras haber visto frustrado su intento de llegar a los Estados Unidos.
