Madrid, 03 oct (EFE).- El director Antonio Hernández estrena este viernes ‘Parecido a un asesinato’, un thriller psicológico inspirado en la novela homónima de Juan Bolea con una estructura en puzle, porque los personajes que interpretan Blanca Suárez, Eduardo Noriega y la debutante Claudia Mora ofrecen distintos puntos de vista y esconden un crimen imposible.

La historia, rodada en Valencia y el Pirineo Aragonés, corre a cargo del guionista Rafa Calatayud (‘Puntos supensivos) y sigue a Eva (Blanca Suárez), la nueva pareja de Nazario (Eduardo Noriega), quien decide viajar al refugio rural de su infancia con la hija de él (Claudia Mora), con el propósito de acercarse a la adolescente y olvidar su traumático pasado.
Pero lo que en un principio parecía un viaje familiar, se convierte en una pesadilla llena de huecos cuando el violento exmarido de la protagonista, José (Tamar Novas), regresa a su vida, desencadenando una trama en la que cada personaje oculta un pasado y ofrece un punto de vista diferente.
«La película juega a que el espectador viaje a través de tres versiones de un acontecimiento para ir construyendo la trama argumental», afirma a EFE el director, ganador de un Goya por el guión de ‘En la ciudad sin límites’ y que ahora explora la conducta humana.
El amor mal entendido, la culpa y la intriga son las constantes de vertiginosa cinta, presentada en el reciente Festival de San Sebastián.
Eduardo Noriega matiza que «el guión es realmente muy apetecible, con mucho suspense, porque ningún personaje es como parece ser» y también resalta la complejidad de su papel, para el que han sido clave los vínculos y la complicidad durante el rodaje.
«Mi personaje, Nazario, y su hija Ali tienen un vínculo muy especial, muy profundo (…) otra vez me refiero al amor llevado a un extremo que al final puede ser algo destructivo. Y en nuestro caso, yo decía ‘uff, qué difícil es esto’, pero teníamos que construir ese vínculo, esa complicidad con mirarnos, tenía que estar ahí en nuestra relación, nuestro amor, y fue lo que más insistimos desde el principio», resalta.
En el caso de Blanca Suárez, su condición de madrastra «buena» y de mujer maltratada eran cruciales. Admite que ha necesitado de «largas conversaciones y negociaciones antes de empezar el rodaje» de su segundo thriller, en el que su prioridad era trabajar al servicio de la tensión.
En esta atmósfera de terror y desconfianza, los reconocibles rostros de Suárez (‘Ibiza’, ‘Locomía’), Noriega (‘Reina Roja’, ‘Perfectos desconocidos’), Marian Álvarez (‘La unidad’, ‘El cuaderno de Sara’), Raúl Prieto (‘Antidisturbios’, ‘Las chicas de la nieve’), Joaquín Climent (‘La promesa’, ‘El lodo’) y Tamar Novas (‘Justicia artificial’ y ‘Nowhere’) han sido el apoyo para la debutante y coprotagonista, Claudia Mora.
«La verdad es que es un personaje muy alejado a mí, muy difícil, yo tenía muchas preguntas, pero me lo preparé mucho, sobre todo al principio con Antonio, antes de rodar», afirma la actriz, quien asegura que fue «gracias a ellos» y a las relaciones que forjaron las que permitieron un «trabajo muy en equipo».
La ubicación del rodaje en Valencia y el Pirineo de Huesca también ha ayudado. «Toda esa parte de estar tan engullido por la naturaleza creo que aporta mucho a la película y a nosotros nos coloca en un lugar muy especial», detalla Suárez.
Este «lugar maravilloso» y las imponentes montañas del paisaje funcionan como un personaje más, concluye Noriega.