París condena las palabras de Puente sobre los adolescentes judíos expulsados por Vueling

El ministro de Transporte y Movilidad Sostenible, Óscar Puente, durante la rueda de prensa posterior a la reunión del Consejo de Ministros, el martes en Moncloa. EFE/Zipi

París, 30 jul (EFE).- El Gobierno francés condenó este miércoles «con firmeza» las declaraciones del ministro español de Transportes, Óscar Puente, sobre la expulsión de un grupo de adolescentes franceses de confesión judía de un vuelo de la aerolínea Vueling entre Valencia y París.

En una declaración conjunta, los responsables del Ejecutivo galo para Europa, Benjamin Haddad, y para la Lucha contra las Discriminaciones, Aurore Bergé, mostraron su reprobación por un mensaje colgado el pasado sábado por Puente y posteriormente borrado en el que calificaba a los jóvenes de «niñatos».

En concreto, reprochan a Puente que «asimilara a adolescentes franceses de confesión judía con ciudadanos israelíes, como si eso justificara el tratamiento al que fueron sometidos», al tiempo que consideran que la Guardia Civil hizo un «uso excesivo y brutal de la fuerza» para desalojarlos.

«¿Los patriotas estarán con Vueling? ¿Los de la ley y orden con la seguridad aérea? ¿los xenófobos estarán con la compañía española? ¿o todos juntos haciendo piña estarán con los niñatos israelíes?», escribió Puente en un mensaje en la red social X que posteriormente borró.

Bergé y Haddad señalan que esas declaraciones fueron efectuadas en un momento en el que «los actos antisemitas se multiplican en Europa tras los atentados perpetrados por Hamás el 7 de octubre de 2023 en Israel».

Igualmente, instan a Vueling y a las autoridades españolas a «arrojar toda la luz sobre este hecho», que provocó el desembarco de 52 personas, entre adolescentes y monitores, que regresaban de una colonia de verano el pasado 23 de julio.

Según la compañía aérea, el mal comportamiento de los adolescentes justificó esa decisión, que ha generado una gran polémica en Francia.

La consejera delegada de Vueling, Carolina Martinoli, mantuvo una conversación telefónica con el responsable francés de Exteriores, Jean-Noël Barrot, en la que le indicó que los hechos serían investigados.

Según los primeros elementos, el comandante del vuelo aseguró que los jóvenes estaban manipulando de forma reiterada el material de emergencia e interrumpiendo activamente la demostración de seguridad realizada por la tripulación de cabina.

Tras varios intentos de intervención por parte de los miembros de la tripulación y también del copiloto, los pasajeros se negaron a cesar en su conducta, por lo que se decidió su desembarque, para lo que se hizo llamamiento a la Guardia Civil, que accedió «para priorizar la seguridad del resto de los pasajeros».

Una vez en la terminal, el comportamiento del grupo continuó siendo agresivo, e incluso «algunos individuos mostraron una actitud violenta frente a las autoridades», añadió la aerolínea española.

La responsable de los monitores llegó incluso a empujar y arremeter contra un agente de la Guardia Civil, por lo que fue reducida y esposada.

Los ministros franceses han recogido el testimonio de una de esos monitores, que quiere mantener el anonimato y que sostiene que la tripulación de Vueling generó «un ambiente hostil», al tiempo que niega «con fuerza los hechos avanzados por al aerolínea y la Guardia Civil para justificar el desembarque».

Según su testimonio, uno de los jóvenes inició un cántico, pero enseguida lo detuvo a petición de un miembro de la tripulación.

«Ningún acto justifica el desembarque y el uso excesivo y brutal de la fuerza de la Guardia Civil contra la profesora, a la que le acaban de dar quince días de baja», señalan los ministros, que han constatado su relato «con los testimonios de otros pasajeros que estaban a bordo».

A raíz de estos acontecimientos, en España se instruyeron diligencias por un delito contra el orden público de resistencia y desobediencia a agente de la autoridad, que se remitieron a la autoridad judicial, así como una denuncia por alteración de la seguridad aérea.

Veintitrés de los menores y dos monitores fueron reubicados en un vuelo de otra compañía y el resto pernoctó en un hotel y viajó al día siguiente.

Por su parte, la asociación francesa de confesión judía responsable de los 44 menores y 8 monitores, llamada Club Kineret, ha denunciado también a Vueling alegando brutalidad injustificada.