Redacción Medioambiente, 14 may (EFE).- París es la ciudad europea con mejores condiciones para la movilidad de los menores según un listado publicado este miércoles por la organización de movilidad sostenible Clean Cities, que destaca la relación que existe entre la mejora de la movilidad infantil y la reducción de emisiones urbanas.
En la lista se incluyen las 36 ciudades europeas mejor adaptadas de acuerdo con tres criterios: el porcentaje de calles escolares con limitaciones al tráfico motor, el porcentaje de carreteras sobre el total de la red urbana con una velocidad máxima igual o inferior a 30 kilómetros por hora, y el ratio de longitud del carril bici total de cada ciudad sobre la longitud de su red de carreteras.
Los autores del informe destacan la rápida evolución de París, Londres o Bruselas frente a las ciudades que tradicionalmente han liderado estas clasificaciones, como Ámsterdam o Copenhague.
La capital francesa presenta una calificación global del 79 %, con un 25 % de calles escolares con limitaciones al tráfico motor, un 89 % de carreteras con un máximo de velocidad de 30 km/h y un carril bici con casi la mitad de longitud que su red de carreteras (48 %).
Solo Londres, que se encuentra en 14ª posición, supera a esta ciudad en uno de los tres criterios: el porcentaje de calles escolares limitadas al tráfico (27 %); mientras que Helsinki, en el sexto puesto, empata con el 48 % de extensión del carril bici parisino.
La segunda posición del listado la ocupa Ámsterdam, con una valoración total del 63 %, 16 puntos por debajo de París y con una longitud de su carril bici respecto a su red de carreteras un 14 % menor que la capital francesa.
También destaca la ciudad belga de Antwerp, en tercera posición y con una valoración total del 62 %, por encima de Bruselas, que es cuarta con una puntuación del 56 %.
Además, en el listado se encuentran tres ciudades españolas: Madrid, Zaragoza y Barcelona; esta última ocupa el séptimo lugar, con una valoración global del 50 %.
Desde Clean Cities recuerdan que cada año cerca de 1.200 menores mueren de forma prematura en Europa a causa de la contaminación atmosférica y que el año pasado más de 6.000 niños fallecieron en carreteras europeas.