Berlín, 28 sep (EFE).- El artista español Ignasi Blanch pintó ‘Parlo d’amor’ (Hablo de amor) en la East Side Gallery, la sección del muro de Berlín cubierto con coloridos murales que cumple 35 años, con la idea inicial de que fuera un proyecto efímero, pero se ha convertido en un legado cultural que perdura en el tiempo.
En su mural, Blanch asegura a EFE que habla de «diversidad, de la libertad, llamar a quien quieras de un modo libre y con tranquilidad», pero asegura que esto sigue siendo delito en muchos países y que es un tema «de moda» por «lo difícil que es otra vez».
«Creo que (hay que) romper muros de muchos tipos. Estamos en un momento en que tristemente hay que hacerlo. Hay que derribar muchos muros. Entonces, que éste sirva para recordarlo».
Un proyecto efímero que perdura
Blanch afirma que no esperaba que el que se planteó como un «proyecto efímero» llegara a cumplir 35 años. Días después de que pintara el mural, se produjo la Reunificación de Alemania el 3 de octubre de 1990, impulsada por la caída del muro de Berlín casi un año antes.
Un total de 118 artistas procedentes de 21 países pintaron sobre este famoso tramo del muro, que finalmente conformó la ‘East Side Gallery’ o la galería al aire libre más grande del mundo, y se inauguró el 28 de septiembre de 1990.
Los artistas tuvieron que volver a darle una segunda mano de pintura en 2009 para recuperar su estado original. Blanch asegura que lo retocó hasta en cuatro ocasiones, pero que actualmente está tan protegido que ni él puede tocarlo, ya que cuenta con sus propios restauradores.
En su momento, el anuncio del proyecto se publicó en la prensa y cuando el joven Blanch de 24 años lo vio, decidió participar: «Presenté una imagen de mis trabajos actuales en Berlín, una serie de grabados, y me escogieron como único representante de España».
Aunque han pasado 35 años y «uno cambia», Blanch expresa que si volviera a tener la oportunidad quizá haría «algo parecido» y que «intentaría que fuera sincero, que fuera algo de verdad».
‘Parlo d’amor’, un diálogo interno sobre decisiones vitales
El mural, inspirado en uno de sus grabados, representa a tres personajes. De izquierda a derecha, se encuentra la mitad de un rostro que susurra a la figura del medio, planteándole si debe quedarse en Berlín o marcharse a España.
El artista explica que, aunque no se trata de un autorretrato, el que se encuentra en la parte central es él reflexionando sobre este dilema, mientras que el que aparece en el lateral derecho es su pareja, el escritor Ángel Burgas, tomando la decisión de quedarse.
Sin embargo, Blanch finalmente tuvo que marcharse de Alemania por la enfermedad de su madre, que falleció más tarde, y el regreso de su pareja a España. Aunque reflexiona con cierta nostalgia que su vida hubiera sido diferente si se hubiera quedado, señala que hizo «lo que tenía que hacer».
Los colores tampoco se eligieron al azar, explica, con tres tonos que predominan en su obra: un marrón anaranjado, que representa el otoño en esta ciudad; el negro, el carbón de las chimeneas, y el blanco, la nieve, algo que Blanch experimentó en Berlín por primera vez.
«El pintor del muro»
El catalán se muestra muy agradecido de ser «el pintor del muro» y que le inviten a conmemoraciones como la que tiene lugar este domingo. Según el artista, haber participado en este proyecto «no cambia la vida, pero la decora bastante».
Un ejemplo de ello puede ser algo que sucedió mientras Blanch se encontraba junto a su mural: unas turistas se acercaron a él para pedir una foto, ignorando que estaban hablando con el propio artista. Acto seguido, sus caras reflejaron la sorpresa al enterarse y pidieron posar con el autor.
Actualmente, continúa dedicando su vida al arte, pintando murales y realizando ilustraciones, que llegaron a estar presentes en un libro en colaboración con la actriz Olivia Newton-John. Sobre todo, el artista resalta la importancia del legado cultural puesto que «la cultura y el arte, nos salvan».
Andrea Gallego Rodríguez

