Roberto Ruiz Oliva
Sevilla, 11 may (EFE).- A una semana del estreno absoluto en el Teatro de la Maestranza de Sevilla de ‘Origen. La semilla de los tiempos’, la bailaora Patricia Guerrero reivindica la capacidad “sanadora y reivindicadora” del arte, con un espectáculo que trae un mensaje esperanzador en tiempos convulsos, que funde pasado y presente, flamenco y barroco.
Premio Nacional de Danza y directora del Ballet Flamenco de Andalucía, Guerrero se une en esta ocasión a un grupo de vanguardia de la música antigua española, el ensamble barroco Accademia del Piacere, con Fahmi Alqhai al frente, en una propuesta de música y danza única, “muy especial, que no va a dejar indiferente a nadie”, destaca en una entrevista con EFE.
“Hemos creado un ‘mix’, un nuevo momento histórico, porque nunca antes había sucedido un encuentro así entre el barroco y el flamenco”, explica Guerrero, quien en su trayectoria ha sabido incorporar nuevas formas y estéticas desde el flamenco más tradicional.
En el empeño compartido de proyectar al futuro las tradiciones andaluzas de la música y la danza y tras su innovador espectáculo ‘Paraíso Perdido’, la bailaora y Fahmi Alqhai vuelven a unirse en ‘Origen. La semilla de los tiempos’, una rapsodia en siete actos, estructurada a su vez en cuatro bloques.
Encuentro de culturas
El título hace alusión a los orígenes de la música y la danza, un “encuentro de culturas”, en la que se mezclan y actualizan las danzas africanas, el folclore y las refinadas danzas barrocas de los salones de época, que combinan las clases más altas con las populares.
“Hemos cogido la esencia del momento histórico y la hemos llevado nuestro tiempo, la hemos transformado con nuestra personalidad”, comenta Guerrero, para quien ha sido “relativamente fácil” conectar y volver a crear este espectáculo junto a Fahmi Alqhai tras su paso común hace cinco años por la Bienal de Flamenco de Sevilla.
“Este encuentro ya había sucedido y lo que hemos desarrollado en ‘Origen’ ya venía de antes, de esa primera semilla de ‘Paraíso Perdido'”, añade respecto a esa otra propuesta en la que ya reprodujo los ambientes de la Sevilla barroca, ese paraíso perdido de convivencia intercultural.
De la obra que estrenarán el próximo domingo 18 en el Teatro de la Maestranza de Sevilla -que luego estará en prestigiosos festivales de Granada (25 de junio), Córdoba (8 de julio) o Peralada (Girona), el 10 de julio- Guerrero subraya que sea una producción ya de “gran formato”, con quince bailarines y trece músicos, un elenco “bastante joven” en su mayoría que ha madurado en su talento durante el proceso.
Unión visceral y profunda
“Para mí el flamenco y el barroco tienen una unión muy visceral, muy profunda, muy del pueblo”, indica la creadora granadina, que reconoce en ambos artes espacios compartidos: “Cuando nos pusimos con esta obra realmente había cosas que no había ni que estudiar profundamente porque teníamos un lenguaje bastante común”.
Guerrero cree además que el Ballet Flamenco de Andalucía, institución de referencia del baile flamenco y tronco del que florece la mejor danza flamenca, se encuentra “en un buen momento”, con un elenco “maravilloso” que, especialmente en el último año y medio, ha hecho un trabajo “muy potente”.
Con ‘Origen’ el ballet andaluz completa “una trilogía” tras ‘Pineda. Romance popular en tres actos’, estrenado el pasado agosto en Granada, y ‘Tierra bendita’, que se presentó en enero en el festival Santiago a Mil de Chile.
Respecto al mensaje final de esperanza que trae su último espectáculo y ante los actuales tiempos convulsos, la bailaora defiende el papel del arte: “La cultura siempre es creadora de mensajes esperanzadores, porque el arte para mí es sanador y también es reivindicador”.
Guerrero recuerda también que en todas las épocas de conflictos la cultura haya sido siempre “la voz en la que la gente se ha volcado y en la que la gente se ha podido expresar”.
“Para mí la danza es nuestra expresión y la música nos permite llegar al público. El arte también tiene que ser comprometido socialmente con lo que está contando, con el mensaje que está transmitiendo”, concluye la directora.