Madrid, 5 may (EFE).- La presidenta del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), Isabel Perelló, quiere forzar este miércoles una votación de los nombramientos de las presidencias de la Sala Penal y Contencioso del Supremo, pese a que los dos grupos continúan enfrentados y el bloqueo amenaza con imponerse en el Pleno.
El pasado 31 de marzo, Perelló retiró por segunda vez del orden del día del pleno los nombramientos de ambas presidencias, que ella misma había incluido para sorpresa de los vocales, tras constatar que no había posibilidad de pacto, si bien acordaron retomar las negociaciones para explorar un acuerdo en mayo.
Y aunque el mes apenas ha comenzado, ella se ha dirigido a los vocales para apremiarles a consensuar los nombres. De ahí que todos tengan claro que la votación del miércoles “es una apuesta de la presidenta” que “quiere un acuerdo” y que “esta vez se vote sí o sí”.
Pero resulta que las posiciones entre los grupos, hasta la fecha, se mantienen inamovibles. Ana Ferrer y Andrés Martínez Arrieta se disputan la Sala de lo Penal; Pablo Lucas y Pilar Teso la Sala de lo Contencioso.
Y aunque las negociaciones se van a retomar estos días, las esperanzas son mínimas, admiten las fuentes. Los progresistas apuestan por Teso y Ferrer, mientras que los conservadores quieren a Lucas y Arrieta, un escenario por el que parece decantarse la propia presidenta, precisan las fuentes.
“A ver entre hoy y mañana qué pasa”, coinciden dos vocales de distinto grupo, que saben que las próximas 48 horas son cruciales, porque para el acuerdo se requieren 13 apoyos y los números no dan.
La última propuesta de los conservadores de aceptar a Ferrer apara una futura presidencia de la Sala de lo Militar, que se convocará en próximas fechas por la jubilación de su presidente, no es viable a tenor de las fuentes consultadas. “Ella no quiere y nosotros menos”.
Mientras que los progresistas se abren a que al menos una de las candidatas sea presidenta, pero los conservadores no aceptan.
Así las cosas, el ambiente está tenso, porque ambas partes se culpan del bloqueo. “Ellos no quieren negociar”, dice un vocal. “No ceden ni con Teso ni con Ferrer”, añade otro. Y si nada lo remedia, el miércoles se votará y se constatará el bloqueo.
Pero resulta que aunque no se alcance el acuerdo, sí puede haber un par de consecuencias, explican las fuentes. Primero, las responsabilidades, es decir, a quien o quienes se culpará del fracaso en la votación, si es que esta se produce.
Y más importante, precisan las fuentes, es que si se producen tres votaciones sin éxito se puede reiniciar todo el trámite para las presidencias, esto es, se abre la puerta a sacar a concurso nuevamente la convocatoria de las presidencias en el BOE.