Atlanta (EE.UU.), 28 jul (EFE).- El periodista salvadoreño Mario Guevara cuenta en entrevista con EFE que pasa 22 horas diarias en una celda de castigo de inmigración supuestamente por su seguridad y que teme que aunque las leyes de Estados Unidos le dan la razón se van a inventar nuevos cargos porque el ICE le dijo que le quiere soltar.
El hispano de 47 años, quien llegó a Estados Unidos huyendo de la violencia en su país y cuenta con permiso de trabajo, es considerado por organizaciones periodísticas como el único comunicador detenido en el país por ejercer su labor.
Guevara vive ahora en carne propia la «pesadilla» que él contaba en las historias que recogía a diario como ‘Cazador de redadas’: la realidad de miles de indocumentados sin antecedentes penales que eran separados de sus familias al caer en manos de inmigración y que permanecían detenidos por semanas o incluso meses antes de ser deportados.
Aunque lleva más de un mes detenido y ha pasado por cinco cárceles distintas, Guevara dijo en la entrevista vía telefónica que se mantiene optimista y que sus abogados están librando la batalla para liberarlo y finalmente poder continuar con su vida junto con su familia en Atlanta, donde llegó hace más de dos décadas.
Antes de su arresto el pasado 14 de junio, mientras cubría una protesta contra el presidente Donald Trump y sus políticas migratorias, el comunicador salvadoreño dedicaba la mayor parte de sus días a documentar los operativos que los agentes del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, en inglés) efectuaban en Georgia, sin importar si era de madrugada o tarde en la noche.
Hoy pasa sus días encerrado «en una pequeña celda de castigo» en el Centro de Procesamiento de Folkston, en el sureste de Georgia -casi colindando con Florida- donde ICE lo mantiene recluido pese a que las autoridades de DeKalb, el condado donde fue arrestado, le desestimaron todos los cargos que le imputaban, entre ellos los de obstrucción a un agente del orden público y reunión ilícita.
El fundador del canal digital MGNews, que cuenta con cientos de miles de seguidores en las redes sociales, dice que pasa 22 horas del día entre las paredes de la pequeña celda donde lo confinaron por su propia seguridad, por ser una «figura pública» y no por castigo, según le dijo ICE.
A pesar de ello, ahí tiene su baño propio, recibe buen trato y comida «variada» preparada por hispanos, reconoce Guevara, quien, como hombre de fe, asegura que dedica la mayor parte su tiempo a leer la Biblia y orar, pero también a dibujar -algo que le gustaba hacer desde niño- y hablar con su familia y conocidos desde un teléfono que le proveen en la prisión
Algunas veces, en momentos de desespero, admite que estalla en llanto y reflexiona bastante sobre cómo llegó a parar a una cárcel de inmigración por hacer su trabajo como periodista y cómo esto ha afectado a su familia.
«Nos diste muchos dolores de cabeza», asegura que le dijeron agentes de ICE que lo reconocieron y que, incluso, lo siguen en las redes sociales.
Para Guevara, su encarcelamiento no es nada más que una represalia por hacer su trabajo, ya que no ha cometido ningún delito, y además cuenta con un permiso válido para trabajar en este país, a pesar de que aún no tiene la residencia permanente, que espera obtener porque uno de sus hijos es ciudadano estadounidense.
Por ahora, el salvadoreño debe esperar hasta por lo menos el 31 de julio para que la Junta de Apelaciones de Inmigración decida sobre su caso luego de que una fiscal del gobierno apelara la decisión de un juez de inmigración de concederle fianza.
La «meta» es deportarle
«Pero ICE me dijo que no me quieren soltar. Ellos van a buscar la forma de retenerme, aunque la junta decida que la fianza procede. Ellos se van a inventar otra cosa, cargos en otro condado», lamentó Guevara, que fue fotoperiodista en La Prensa Gráfica, en El Salvador, y reportero en el periódico Mundo Hispánico, en Atlanta, antes de fundar su propio medio.
De acuerdo con el comunicador, cuando era transportado a las prisiones, agentes de inmigración lo intimidaron: uno le comentó que mientras más peleara el caso, más tiempo pasaría encerrado, y otro le dejó en claro que la meta del gobierno es deportarlo.
«Es un juego mental que ellos hacen diciendo cosas de este tipo para asustarme, pero como ya conozco su táctica, me pongo fuerte», expresó Guevara, cuyos abogados se preparan para presentar una demanda en caso de ser necesario.
El Departamento de Seguridad Nacional ha sostenido que el periodista se encuentra en proceso de deportación porque» ingresó al país ilegalmente en 2004″.