Perros en el tanatorio para acompañar el duelo: “Son un bálsamo para las emociones”

Los tanatorios, antes percibidos como espacios fríos y solemnes, están evolucionando hacia entornos que priorizan el acompañamiento emocional con el objetivo de humanizar el duelo y lo hacen con nuevas iniciativas como la terapia asistida con perros, que son un "bálsamo" para quienes atraviesan momentos de pérdida. En la imagen unos perros acompañan a las personas que despiden a un ser querido en el tanatorio de la Ronda de Dalt de Barcelona, gracias a una iniciativa pionera impulsada por la funeraria Àltima en colaboración con el Centre de Teràpies Assistides amb Cans (CTAC).EFE/ Marta Pérez

Martina Castells González

Barcelona, 25 ago (EFE).- Los tanatorios, percibidos a menudo como espacios fríos y solemnes, están evolucionando hacia entornos que priorizan el acompañamiento emocional con el objetivo de humanizar el duelo y lo hacen con nuevas iniciativas, como la terapia asistida con perros, que son un «bálsamo» para quienes atraviesan momentos de pérdida.

Desde hace algunos meses, un prueba piloto de esta terapia con perros acompaña a las personas que despiden a un ser querido en el tanatorio de la Ronda de Dalt de Barcelona, gracias a una iniciativa pionera impulsada por la funeraria Àltima en colaboración con el Centre de Teràpies Assistides amb Cans (CTAC).

«Cuando el perro se aproxima a una persona en un momento emocional tan delicado es como un bálsamo para las emociones», explica a EFE Eva Domènec, responsable de las Intervenciones Asistidas con Animales (IAA) del CTAC, que añade que los peludos demuestran que lo importante es la presencia, más allá de las palabras.

El servicio, que es gratuito, está disponible en los diferentes espacios del tanatorio, como las salas de velatorio, y la interacción con el animal siempre está acompañada de un técnico especializado, que supervisa que el contacto sea adecuado, saludable y respetuoso tanto para las personas como para el perro.

«La interacción es natural, espontánea, y la gente lo aprecia mucho. Nos dicen cosas como ‘he vuelto a sonreír, hacía tiempo que no lo hacía’. Es una luz, un amor incondicional que crea una experiencia del duelo muy positiva y humana», asegura Domènec.

Adiestrados para «ser y estar»

Los tanatorios, antes percibidos como espacios fríos y solemnes, están evolucionando hacia entornos que priorizan el acompañamiento emocional con el objetivo de humanizar el duelo y lo hacen con nuevas iniciativas como la terapia asistida con perros, que son un "bálsamo" para quienes atraviesan momentos de pérdida. En la imagen un perro acompaña a las personas que despiden a un ser querido en el tanatorio de la Ronda de Dalt de Barcelona, gracias a una iniciativa pionera impulsada por la funeraria Àltima en colaboración con el Centre de Teràpies Assistides amb Cans (CTAC).EFE/ Marta Pérez

Desde jóvenes todos los perros son entrenados para trabajar en entornos emocionalmente intensos y, antes de integrarse en el programa, pasan por un riguroso proceso de selección y adiestramiento.

«Son animales con un temperamento equilibrado, entrenados para ser y estar más que para hacer trucos. En los perros que participan en este programa buscamos que sepan aproximarse con respeto, escuchar con el cuerpo y estar presentes durante la interacción», apunta la técnica.

Por su parte, el consejero delegado de Àltima, Joan Ventura, detalla a EFE que la iniciativa se inspira en experiencias observadas en otros países, especialmente en algunos tanatorios de Latinoamérica, como Guatemala, donde este tipo de acompañamiento con animales forma parte del ritual de despedida.

En este sentido, Ventura destaca que la presencia de los perros contribuye favorablemente: «Hay estudios que dicen que las terapias asistidas con animales tienen un impacto positivo en la salud emocional, ya que baja la presión, y se reduce el estrés y la sensación de tristeza y pesimismo”.

El contacto con los niños

Los tanatorios, antes percibidos como espacios fríos y solemnes, están evolucionando hacia entornos que priorizan el acompañamiento emocional con el objetivo de humanizar el duelo y lo hacen con nuevas iniciativas como la terapia asistida con perros, que son un "bálsamo" para quienes atraviesan momentos de pérdida. En la imagen , el consejero delegado de Àltima, Joan Ventura, posa durante la entrevista en la que detalla a EFE que la iniciativa se inspira en experiencias observadas en otros países, especialmente en algunos tanatorios de Latinoamérica, como Guatemala, donde este tipo de acompañamiento con animales forma parte del ritual de despedida.EFE/ Marta Pérez

Asimismo, Ventura también subraya que la compañía de los perros puede ser especialmente beneficiosa para los más pequeños, ya que los niños que están en contacto con animales de compañía, en general, «gestionan mejor una enfermedad grave o la muerte de algún familiar cercano».

«Cuando ven un perro en el tanatorio se ponen muy contentos y quieren acariciarlo, es una forma de romper el impacto de estar en un lugar donde hay una persona fallecida», añade.

Así, el consejero delegado asevera que esta iniciativa supone un paso firme para adaptar los tanatorios a las necesidades emocionales de los usuarios y que forma parte de la apuesta que la empresa funeraria, con más de 300 años de experiencia, hace para humanizar el proceso de duelo.

En cuanto a la respuesta de los usuarios, Ventura explica que la prueba piloto está dando buenos resultados y plantea que pueda ampliarse en otros tanatorios.

«Las familias, al principio, pueden mostrarse sorprendidas o incluso pensar que los perros pertenecen a otras personas, pero cuando les explicamos que están allí para ofrecer acompañamiento en el duelo, no solo lo entienden, sino que nos piden si pueden entrar en sus salas de velatorio», afirma.

El impacto emocional varía según cada situación, detalla Ventura: «En casos de fallecimientos naturales o de personas mayores, las familias suelen estar más preparadas emocionalmente, pero cuando se trata de muertes traumáticas o inesperadas, la intervención de los perros puede ofrecer un mayor apoyo emocional».

Intervenciones asistidas con animales

Por último, la técnica del CTAC destaca que las intervenciones asistidas con animales contribuyen a «mejorar la calidad de vida de personas de todas las edades y en múltiples entornos”, como escuelas, hospitales, centros penitenciarios o residencias de ancianos.

«Cualquier espacio donde una persona pueda beneficiarse emocional, física o socialmente puede ser adecuado para este tipo de terapias. Además de generar motivación, responsabilidad y sensación de competencia, la relación con el animal ofrece amor incondicional y bienestar», concluye Domènec. EFE

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