Lima, 10 sep (EFE).- El distrito peruano de Magdalena del Mar reunió este miércoles a decenas de personas para preparar el que se ha convertido en el desayuno estrella del país, gracias al mundial gastronómico del ‘streamer’ español Ibai Llanos, un pan con chicharrón que anuncia ser “el más grande del mundo”.
La plaza principal de este distrito de Lima recibió desde primera hora la visita de sus vecinos para, en vísperas del desenlace de la competencia, preparar su propuesta como nunca antes: 4 metros de largo por 3 de ancho, equivalente a 500 porciones del famoso desayuno.
En la cabecera de los “fogones”, el chef peruano Rodrigo Fernandini, conocido por su divulgación culinaria en redes y recorrido en el mundo de la gastronomía peruana, y el alcalde del distrito, Francis Allison, guiaron el proceso paso a paso.
“El pan con chicharrón es muy simple”, explicó el cocinero, originario de Chiclayo, en el norte de Perú, “un buen pan crocante, que tenga buena mordida; camotito o batata, frito todo en manteca de cerdo (‘pork belly’ o panceta con brazuelo); salsa criolla, cebolla en juliana, o pluma, con un poquito de limón, ajicito y, mezclado con todo eso, una salsa cremosa”.
Alrededor de una amplia mesa blanca, decenas de cocineros de hasta ocho restaurantes de Lima, así como ayudantes y curiosos, preparan los diferentes ingredientes en medio de una fuerte celebración con gritos, cánticos y pancartas dedicadas al desayuno, el país o al propio youtuber.
Al otro lado de la valla que separa cocina de comensales, decenas de personas de todas las edades se arremolinan expectantes del proceso, con la esperanza de, posteriormente, recibir una mordida.
Pese a la aparente rivalidad por la competencia, explica Fernandini, se trata solo de «una excusa» para celebrar la «cultura y gastronomía».
“Es una celebración súper sana, pero creo que en algo que sí podemos estar de acuerdo todos los peruanos, es que nuestra gastronomía es lo que más nos enorgullece, y esto es una forma de demostrarlo”, añadió.
Plato multicultural y nostálgico

A su lado, armado con guantes y frente a la creación de su propia municipalidad, el alcalde de Magdalena del Mar destaca, además del orgullo gastronómico, las similitudes entre el plato y el país, un encuentro abrazado por la diversidad.
«Dentro de ese pan con chicharrón tienes lo que es Perú, un país multicultural”, explica Allison, «contiene camote, que es peruano, pero pan, que obviamente no; cerdo, que tampoco, pero ha regresado con el reconocimiento y las costumbres ancestrales peruanas», sopesa el abogado de profesión.
Y concluye: «Somos un país multicultural y la riqueza de Perú radica justamente en eso».
Concluida la preparación, y tan importante como la receta, el plato recibió el veredicto de los transeúntes que, poco a poco, continuaban llegando, ahora colocados en una larga fila que seguía el perímetro de la plaza donde fue celebrado el acontecimiento.
«Está buenazo y es bien grande», comenta Haidée, una joven de Chiclayo que, desde la “grada” ha seguido todo el evento, ahora con una ración en la mano.
Entre el murmullo despuntan comentarios como “está muy rico” o “pasen también por acá”, recelosos de quien ya recibió su porción.
“Han hecho bastante para que agarre todo el mundo”, comenta una mujer mientras devuelve otro mordisco a su sánguche; y hay quien, aún habiéndose hecho con uno, se lo reserva: “Me lo llevo a mi casa con un cafecito calientito, lo veo riquísimo, madre”.
Disputa por el primer puesto

En los últimos días, el desayuno típico peruano continúa ganando fama con el avance de posiciones del campeonato, y pese a la esperada final contra Venezuela, quien presenta sus arepas como opción ganadora, los presentes rechazan cualquier alternativa a la victoria, con un afán ciego a su gastronomía.
“Es que más allá de que el sándwich es increíble, es el recuerdo”, revela el chef Fernandini, “cada peruano vive un pan con chicharrón, a mí por ejemplo me recuerda a mi abuelita los domingos, justamente con un cafecito pasado, era como un momento especial, como una ceremonia”, recuerda.
“Creo que más allá del sabor, es lo que significa para cada uno de los peruanos”, concluye el cocinero.
Lucía Alfonso