Lima, 4 sep (EFE).- El primer ministro de Perú, Eduardo Arana, afirmó este jueves que su país está llamado a liderar el crecimiento económico en la región en 2026, porque se ha convertido en un «eje geopolítico» en el Pacífico, por su «estabilidad fiscal, con confianza en los mercados, seriedad y con compromiso» con la descentralización.
Arana señaló esto al presentar ante el pleno del Congreso el proyecto de ley del presupuesto del sector publico para 2026, que asciende a 257.562 millones de soles (73.171 millones de dólares), además del de endeudamiento y de equilibrio fiscal para el próximo año.
El primer ministro aseguró que el presupuesto tiene un «enfoque descentralizado» y atiende «las necesidades de los sectores más vulnerables», por lo que se distribuirá «de manera eficiente» para que las instituciones y diferentes instancias de gobierno cumplan sus metas.
«Desarrollo y crecimiento con responsabilidad; desarrollo y crecimiento con seriedad”, aseguró antes de indicar que el presupuesto comprende 5.761 millones de soles más respecto al de este año, un incremento del 2,3 %, que consideró «coherente con la expansión económica» de su país y para garantizar la sostenibilidad fiscal.
“Para 2026, el 61,4 % del presupuesto descentralizó será ejecutado por los gobiernos regionales y locales, monto superior al de 2023. Por ello, este presupuesto atiende de manera prioritaria los grandes retos del gobierno», dijo.
Detalló que esto tiene que ver «con las necesidades y expectativas» de los ciudadanos en temas de seguridad ciudadana, educación, salud, protección social, agua y saneamiento, conectividad a nivel nacional y agricultora y riego.
El planteamiento, que fue sustentado por el ministro de Economía y Finanzas (MEF), Raúl Pérez Reyes, indica que los gobiernos regionales tendrán un presupuesto de 59.164 millones de soles, de los cuales 14.325 serán destinados a inversiones de proyectos, mientras que los gobiernos locales contarán con 34.175 millones de soles, 12.985 millones de los cuales serán para inversiones.
En ese sentido, el 77 % del presupuesto se destinará al gasto en inversiones con el fin de continuar y garantizar que las obras no se paralicen, el 13 % será para nuevas inversiones y proyectos «donde más se necesiten» y el 10 % a la elaboración de nuevos estudios y expedientes técnicos que permitan poner en marcha futuros proyectos.
Críticas por disminución de la inversión pública
Tras conocerse la sustentación del proyecto de presupuesto, este fue cuestionado por congresistas de diversas bancadas, quienes señalaron que, en realidad, representará una disminución en la inversión pública y un incremento en los gastos corrientes.
El presidente del Congreso, el conservador José Jerí, consideró que «en términos reales el país no tendrá más recursos que el año anterior» y se está «frente a un presupuesto que aún se mantiene, casi inalterado, y que por tanto exige una mayor eficiencia en la asignación y en la ejecución”.
A su turno, la también parlamentaria derechista Lady Camones dijo que los 5.000 millones de soles más implican «un incremento bastante bajo respecto a presupuestos anteriores, lo cual, no es un dato menor, y es una clara señal de que el Ejecutivo está planteando una estrategia fiscal de bajo impulso, de ajuste, de contención, no va a reactivar la economía, no va a generar empleo, y dinamizar la demanda interna”.
Por su parte, el izquierdista Edgard Reymundo comentó que el presupuesto «no responde a las grandes brechas» que enfrenta su país y que afectará a los jóvenes y niños «que seguirán estudiando en escuelas que se caen, y a los que se atienden en los hospitales públicos que mueren por falta de médicos y medicinas».
El fujimorista Ernesto Bustamante alertó, además, que el presupuesto destinado a ciencia y tecnología comprende un «monto diminuto», en comparación con lo que invierten países vecinos y consideró «inaceptable que le recorten un 14 % de presupuesto al Concytec (Consejo Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación)».