En Pescadería Sesma González Tablas, la tradición, el producto fresco y el trato cercano se unen para ofrecer pescados limpios, sin espinas y listos para tu cocina en pleno centro de Pamplona.
Desde hace décadas, en pleno corazón de Pamplona, Pescadería Sesma González Tablas ha ido cultivando una fórmula sencilla pero contundente: llegar temprano al mercado, seleccionar pescado de calidad, limpiarlo a conciencia y ofrecérselo al cliente con amabilidad, sin artificios. Ubicada en la Calle González Tablas 1, de Pamplona, la pescadería se ha convertido en un referente del barrio gracias a la valoración de los clientes que los visitan.
Cada mañana, su personal acude al mercado mayorista antes del alba, eligen cuidadosamente piezas como merluza, lubina o calamar —que durante Navidad es su producto estrella— y luego preparan lomos sin espinas, listas para cocinar o freír. Pero no se queda ahí: ofrecen servicios personalizados, pedidos por encargo, fritos caseros para llevar y entregas a domicilio. Todo pensando en que el cliente tenga el mejor producto, el mejor trato y la mejor comodidad.
La clave del negocio radica en el cuidado del producto y la cercanía con el cliente. “Somos tercera generación, que no es fácil en estos tiempos” reconocen desde su equipo. Entrar en la pescadería es entrar en un espacio donde te conocen por tu nombre, donde te preguntan cómo quieres que te preparen el pescado, cómo lo piensas cocinar o cuánto pesa tu familia. Esa personalización genera fidelidad.
El mejor pescado no solo se selecciona, se adapta a tu mesa, a tu familia y a tu día a día.
Mirando al futuro, Pescadería Sesma González Tablas no abandona su esencia pero sí se adapta: prevé ampliar su servicio a domicilio, mejorar los pedidos online y reforzar la pesca responsable, para que la frescura del producto no esté reñida con la sostenibilidad. Y en un mundo que corre, seguir siendo el pescadero de confianza del barrio es también un triunfo silencioso.










