Bogotá, 1 may (EFE).- En una acalorada defensa de la consulta popular con la que busca aprobar su reforma laboral, el presidente colombiano, Gustavo Petro, instó este jueves al Senado a autorizar la convocatoria de esa iniciativa, en un discurso que dio ante miles de trabajadores e indígenas con motivo del Primero de Mayo.
Durante la intervención de más de una hora en la Plaza de Bolívar, en el centro de Bogotá, donde fue ovacionado, Petro empuñó la espada del Libertador Simón Bolívar, que ordenó trasladar desde el palacio presidencial, y luego se dirigió al Capitolio Nacional para entregar formalmente las doce preguntas que quiere someter a consulta popular.
El presidente anunció en medio del discurso el asesinato de Alberto Peña, un campesino que participaba en actividades del Día del Trabajo en el departamento del Cauca (suroeste), sangre que, dijo, “ensucia” a los senadores que se ponen a su reforma laboral, entre los que mencionó por sus apellidos a Miguel Ángel Pinto y Nadia Blel.
“A Alberto lo matan por Pinto, por haber negado el tránsito de la ley de la reforma laboral y aunque no lo ordenó, señora Blel, la sangre de Alberto hoy la ensucia a usted y a su familia”, sentenció el presidente.
Advertencias al Senado
Petro pidió no votar por ningún congresista que se oponga a que el pueblo decida sobre la reforma laboral y aseguró que el Senado, que ya hundió dicha reforma en el trámite legislativo, “tiene su derecho a decidir, pero lo que se va a decidir no es de poca monta”.
“Nadie puede hoy negar que el pueblo de Colombia, el constituyente exige que su voz se oiga en la consulta popular. ¡Nadie!”, exclamó.
En su advertencia al Senado, Petro enfatizó: “Queremos que se sepa que estamos decididos, que hay un presidente de Colombia, comandante en jefe de la fuerza pública de Colombia y elegido por el voto popular de las clases populares de Colombia, que está decidido a que hay democracia en Colombia o aquí cambiamos entonces las instituciones”.
Las preguntas de la consulta abordan temas como la jornada laboral de ocho horas, licencias por salud —incluidos los dolores menstruales—, salarios dignos para el campo y el fin de la tercerización, entre otros.
“El pueblo tiene el derecho de decidir sobre su futuro, y con esta consulta popular, queremos darles la voz que les han negado durante tanto tiempo”, afirmó.
Además, recalcó que la reforma laboral es una necesidad para mejorar las condiciones de trabajo en Colombia, especialmente para los trabajadores del campo y los sectores más vulnerables.
Más tarde, en el Capitolio, el presidente firmó en el Salón de la Constitución el documento por medio del cual pide la convocatoria de la consulta popular al Senado, que tiene 30 días para tomar una decisión.
La espada del Libertador en alto
“No es un poder para mí, es un poder para el pueblo”, aseguró el jefe de Estado delante de la espada del Libertador Simón Bolívar, que tomó con ambas manos y ofreció “al pueblo” como guía en su lucha por los derechos laborales.
“La espada de Bolívar nos comanda y nos guía en esta lucha por los derechos y la libertad del pueblo. La espada nos guía y quiero en su honor entregársela al pueblo”, dijo.
Con este gesto simbólico, el presidente subrayó que la lucha por la reforma laboral y la consulta popular no son solo una cuestión política, sino una causa histórica que remite a la independencia y la construcción de una nación libre.
“La espada de Bolívar es el símbolo de la libertad y de la justicia para los pueblos oprimidos”, afirmó Petro mientras levantaba el arma histórica.
Con ello, buscó transmitir la idea de que esta batalla por la reforma laboral tiene un trasfondo que va más allá de la política actual, y que se trata de un compromiso con los principios de la justicia social y la equidad.
Finalmente, propuso una eventual confederación regional al señalar que si consulta popular es una realidad, enviará “una carta a gobernantes y opositores todos de la República del Ecuador, de la República Bolivariana de Venezuela, de la República de Panamá, pidiéndoles que construyamos y empecemos a ser constructores de la confederación de naciones la Gran Colombia”.
La Gran Colombia fue un Estado que existió entre 1819 y 1931 y del cual formaron parte lo que hoy son Colombia, Venezuela, Ecuador y Panamá, que en ese entonces era un departamento colombiano.
Si el Senado convoca la consulta popular, la participación tiene que ser de al menos un tercio del censo electoral, lo que supone más de 13,6 millones de votantes, para que resultado sea válido.