Bogotá, 8 sep (EFE).- El presidente de Colombia, Gustavo Petro, aseguró este lunes que el secuestro de 45 militares en el departamento del Cauca (suroeste), llevado a cabo por comunidades supuestamente presionadas por disidencias de las FARC, es una demostración de la debilidad de ese grupo de narcotraficantes.
«Cada vez que los narcos armados utilicen más a la población civil como escudos para sus negocios, cada vez demuestran más que se están debilitando», escribió Petro en su cuenta de X.
Lugareños del conflictivo departamento del Cauca (suroeste) secuestraron el domingo a 45 militares que participaban en una operación contra el grupo Carlos Patiño, del Estado Mayor Central (EMC), la mayor disidencia de las antiguas FARC.
El Ejército informó que los militares fueron secuestrados por comunidades, supuestamente instrumentalizadas por las disidencias, en la vereda El Tigre, del municipio de El Tambo.
Al respecto, el presidente añadió hoy en redes sociales que los ataques y secuestros de los que han sido víctimas los soldados en diferentes partes del país en semanas recientes no serán respondidos con acciones militares contra civiles.
«Bombas y acosamiento civil contra militares no serán respondidos matando civiles, sino liberando a los pueblos de las mafias», aseguró Petro, quien además dijo que su orden a las fuerzas de seguridad del Estado es «liberar el territorio nacional de las mafias».
El pasado 19 de agosto, el Ejército inició una operación militar con más de 300 soldados contra las disidencias de las FARC en una zona rural de El Tambo, donde el domingo fueron secuestrados los uniformados.
El grupo Carlos Patiño forma parte del EMC y tiene como principal bastión la zona del cañón del Micay, donde el Ejército ejecutó en octubre del año pasado otra operación similar para tratar de recuperar el control de El Plateado, un pueblo que es parte del municipio de Argelia.
El cañón del Micay es clave para el narcotráfico porque, además de tener cultivos de coca, es un paso en la ruta de la droga que sale de Colombia por el Pacífico.
A finales del mes pasado, comunidades del caserío de Nueva York, en el municipio de El Retorno, departamento del Guaviare (centro-sur), secuestraron a otros 33 militares durante una operación contra las disidencias de las FARC, y los dejaron en libertad cuatro días después con la mediación de una misión humanitaria.
El secuestro ocurrió en la misma zona rural donde días antes fue abatido Willinton Vanegas Leyva, alias Dumar o Chito, uno de los principales jefes del EMC, como parte de una operación contra esa guerrilla liderada por Néstor Vera Fernández, alias Iván Mordisco.
El Ministerio de Defensa ha recordado que desde 2021 se han registrado más de un centenar de asonadas contra tropas militares en distintas regiones de Colombia, lo que ha obstaculizado operaciones de seguridad y debilitado la presencia estatal en zonas afectadas por el narcotráfico y la violencia armada.