Philipsen, la hiel en medio del sueño

El ciclista belga Jasper Philipsen (Alpecin - Deceuninck Team) en una foto de archivo durante el Tour de Francia. EFE/EPA/MARTIN DIVISEK

Dunkerque (Francia), 7 jul (EFE).- Todo eran sonrisas en el equipo Alpecin en un inicio del Tour de Francia hasta que su ‘sprinter’ Jasper Philipsen dio con los huesos en el asfalto y dijo adiós a la carrera ensombreciendo el futuro inmediato de la formación.

El equipo belga había sumado las dos primeras etapas, había visto a dos de sus corredores vestidos de amarillo y rodaba como favorito para conseguir un nuevo triunfo en el ‘sprint’ de Dunkerque, la undécima en la carrera del ciclista de 27 años.

Pero el corredor llegaba con otra meta añadida, la de tratar de conseguir el maillot verde de líder de la clasificación para la regularidad, una carrera en la que es importante sumar puntos en los ‘sprint’ intermedios.

La etapa era de guante blanco, sin ataques, un paseo por el norte de Francia en el que la relajación bajó las defensas. A falta de 60 kilómetros para la meta, en la localidad de Isbergues, el ritmo se aceleró, con un puñado de corredores en busca de esos puntos para el maillot verde.

Los nervios golpearon con fuerza a un pelotón adormecido, una descarga eléctrica en un cuerpo casi inerte. El belga Laurenz Rex chocó contra el francés Brian Coquard, un menudo corredor que se vio desplazado hacia la izquierda de la carretera.

A su rueda, Philipsen nada pudo hacer para evitar chocar contra la llanta trasera del galo y acabar arrastrado por el asfalto, con su maillot desgajado y dejando ver una importante quemadura en el hombro.

El drama tardó apenas unos minutos en recorrer el pelotón. El ‘sprinter’ más temido, la punta de lanza del equipo mejor organizado en las llegadas masivas, hincaba la rodilla. Los médicos le atendían aun en la cuneta cuando el equipo anunció que no podría volver a sentarse en el sillín.

La noticia atenazó aun más el pelotón. En una jornada sin pelea, el balance de víctimas era muy elevado.

Lágrimas de Coquard en la meta expresaban bien la emoción que había provocado la retirada de Philipsen.

«Vaya mierda de día. Hacer abandonar el maillot verde no le gusta a nadie (…) Está claro que no tenía intención de derribarle», aseguraba el corredor del Cofidis al borde de las lágrimas.

El francés ni siquiera sabía quién le había desequilibrado, aseguraba que no se sentía culpable pero, pese a todo, pidió perdón a Phlipsen y al Alpecin.

«No soy un mal muchacho, pero esto es un mal trago», agregaba Coquard, que ni siquiera pudo disputar el ‘sprint’ final porque se vio envuelto en una nueva caída.

El mejor currículum

Philipsen abandona el Tour tras haber conseguido su décima victoria de etapa, lo que le convertía en el ‘llegador’ con mejor currículum de los que estaban en carrera. De hecho, solo el esloveno Tadej Pogacar, con quince triunfos de etapa, le aventaja.

El belga se impuso por vez primera en el Tour en 2022 en las calles de Carcasona, una edición en la que remató con un triunfo de prestigio en los Campos Elíseos.

Su mejor año fue el siguiente, con cuatro etapas que le llevaron a ganar el maillot verde de la regularidad. En 2024 se apuntó otras tres parciales, un año en el que consiguió el triunfo en la Milán-San Remo, poniendo de manifiesto su condición de ‘clasicómano’ que también le llevó a ser dos veces segundo en la París-Roubaix.

El belga se convirtió en el séptimo corredor obligado a abandonar el Tour de Francia cuando llevaba el maillot verde desde la creación de este jersey distintivo en 1953, el tercero en hacerlo tras una caída.

El estonio Jan Kirsippu fue el primer en hacerlo en 1999 y el alemán Marcel Kittel en 2017, el último.

En 2005, el belga Tom Boonen no tomó la salida de la duodécima etapa mermado por las caídas que había sufrido en los días previos y en 2003 fue el italiano Alessandro Petacchi quien se retiraba como líder de la regularidad en una etapa de montaña en la que estaba perdiendo mucho tiempo.

Algo que le había sucedido en 1993 a su compatriota Mario Cippolini, que llegó a la meta fuera de control, mientras que el neerlandés Jan Raas abandonó en Pirineos en 1980. El primero en bajarse de la bicicleta con el maillot verde fue el francés Cyrille Guimard, que lo hizo camino de Auxerre en 1972 aquejado de una tendinitis en la rodilla.

Luis Miguel Pascual