Piastri llega con fe al templo de la velocidad, en el que Ferrari corre en casa

El piloto australiano de McLaren, Oscar Piastri, líder del Mundial de Fórmula Uno. EFE/EPA/SEM VAN DER WAL

Madrid, 4 sep (EFE).- El australiano Oscar Piastri (McLaren) llega como líder claro del Mundial de Fórmula Uno al Gran Premio de Italia, el decimosexto del año, que se disputa este fin de semana en Monza: el templo de la velocidad; donde Ferrari, la escudería más laureada de la historia -que no pasa por su mejor momento-, corre en casa.

Piastri, de 24 años, viene de ganar el pasado domingo, en Zandvoort, el Gran Premio de Países Bajos. Una carrera en la que, a falta de siete vueltas, tuvo que abandonar -cuando rodaba segundo- su compañero y rival en la lucha por el título, el inglés Lando Norris -un año mayor-, que ahora se encuentra a 34 de los 309 puntos con los que lidera el oceánico.

El cuádruple campeón del mundo neerlandés Max Verstappen (Red Bull), que se conformó con el segundo puesto ante su apasionada afición en Zandvoort -en una prueba en la que el debutante francés Isack Hadjar (RB) subió por primera vez a un podio de Fórmula Uno- es tercero, a 104 puntos del australiano; por lo que sus posibilidades de festejar un quinto título seguido parecen más que remotas.

Dado que, salvo hecatombe superlativa, el campeonato lo ganará un piloto de McLaren -escudería que revalidará el título de constructores que capturó, 26 temporadas después, el curso pasado-, Piastri dio un importante paso en su afán de convertirse en el primer australiano en anotarse el Mundial, 45 años de que lo lograra por última vez Alan Jones.

El prodigio de Melbourne -que debutó en la categoría reina hace dos años, después de ganar de forma seguida la Fórmula 3 y la Fórmula 2- reforzó su liderato. Pero su ventaja no es, ni de lejos, definitiva; a falta de nueve carreras y dos pruebas sprint, antes de que el Mundial se cierre, el próximo 7 de diciembre, en Abu Dabi.

Los españoles Fernando Alonso (Aston Martin) y Carlos Sainz (Williams) llegan al templo de la velocidad del Parque Real de Monza -una pista que, desde la creación de la F1, siempre ha albergado el Gran Premio de Italia, salvo en 1980: cuando se corrió en Imola- con ganas de resarcirse de lo acontecido el domingo en Holanda. De donde ambos salieron insatisfechos.

El doble campeón mundial asturiano, en una segunda juventud a los 44 -y que hace dos domingos celebró los 22 años de su primera victoria en la F1 (Hungría 2003)-, fue octavo en Zandvoort y espera mejorar este resultado en la pista en la que logró dos de sus 32 triunfos -ambos desde la ‘pole’: en 2007, con McLaren; y en 2010, con Ferrari- y seis de sus 106 podios en la categoría reina.

El madrileño -con cuatro victorias en la F1- que el lunes cumplió 31, acabó decimotercero el pasado domingo una carrera llena de infortunios en la que, además, recibió una penalización de diez segundos que, en todo caso, según su opinión, mereció el neozelandés Liam Lawson (RB), con el que se tocó haciendo un paralelo en la primera curva. Una sanción que calificó como «incomprensible» y que completó un domingo negro del que se quiere resarcir este fin de semana en Monza; donde logró dos de sus 27 podios en la división de honor del automovilismo: fue segundo en 2020, con McLaren; y tercero en 2023, con Ferrari.

El argentino Franco Colapinto (Alpine) afronta su décimo Gran Premio tras su retorno a la F1 en la pista en la que debutó el año pasado: un curso en el que, a bordo de un Williams, puntuó en dos de las nueve carreras que disputó. El bonaerense, de 22 años, que aún busca puntuar en 2025, casi lo consigue el pasado domingo, cuando, al quedar undécimo, firmó su mejor resultado de la temporada.

En la legendaria Monza, una pista de 5.793 metros y once curvas (cuatro a la izquierda) -que beneficia a los motores potentes, exige configuraciones de mínima carga aerodinámica y en la que se alcanzan las velocidades más altas del Mundial- corren en casa los Ferrari, que vienen de completar un fin de semana para el olvido en Zandvoort, donde abandonaron tanto el séptuple campeón mundial inglés Lewis Hamilton como el monegasco Charles Leclerc.

Sir Lewis -sexto en el Mundial, a 200 puntos ya de Piastri- se accidentó él solo en la peraltada curva 3 de la pista que baña el Mar del Norte; y, para más ‘inri’, perderá cinco puestos en parrilla de Monza, sancionado por no observar la normativa de dobles banderas amarillas en las vueltas de instalación. A Leclerc -quinto, a 158- le se lo llevó por delante el joven debutante italiano Andrea Kimi Antonelli (Mercedes), que reconoció su error y pidió disculpas.

El piloto del principado de la Costa Azul ha subido cinco veces al podio esta temporada. Hamilton, ganador del sprint de Shanghái, ninguna. Así que Ferrari -con menos de la mitad de los 584 puntos con los que lidera el Mundial de constructores McLaren y con sólo 12 de ventaja sobre Mercedes, que es tercera en esa clasificación- daría por bueno repetir el resultado del año pasado, cuando Leclerc reprodujo su victoria de 2019; esta vez por delante de Piastri y de Norris.

Lo que sí festejará Ferrari este fin de semana en Monza es el quincuagésimo aniversario del primer Mundial que ganó para la ‘Scuderia’ uno de los grandes mitos de la F1: el triple campeón del mundo austriaco Niki Lauda, que también capturó el de 1977 para el equipo de Maranello; antes de coronarse por tercera vez en 1984, a bordo de un McLaren.

La Fórmula Uno regresa este fin de semana a uno de sus escenarios esenciales. Junto al de Gran Bretaña, el Gran Premio de Italia es la única prueba que nunca ha dejado de estar presente en el Mundial desde su creación, en 1950. Y cuando este viernes arranquen los entrenamientos libres, en Monza se rodará, como es habitual, con neumáticos de la gama de compuestos más blanda: los C3 (duros, reconocibles por la raya blanca), C4 (medios, raya amarilla) y C5 (blandos, roja).

Los ensayos se completarán el sábado, horas antes de la calificación, que ordenará la formación de salida de la carrera del domingo, prevista a 53 vueltas para completar 306,7 kilómetros. En una pista en la que nadie ha ganado tantas veces (cinco) como los dos séptuples campeones del mundo: el alemán Michael Schumacher y Hamilton; cuyas siete ‘poles’ en el templo de la velocidad no iguala nadie.

Adrian R. Huber