El australiano Oscar Piastri reforzó su liderato en el Mundial de Fórmula Uno al ganar este domingo el Gran Premio de Bélgica, el decimotercero del año, en el circuito de Spa-Francorchamps, donde lideró un nuevo ‘doblete’ de McLaren, firmando su sexta victoria del año: la octava desde que pilota en la categoría reina.

Piastri, de 24 años, ganó, por delante de su compañero, el inglés Lando Norris -al que ahora supera en 16 puntos-, una carrera que arrancó con un retraso de una hora y veinte minutos, a causa de la lluvia; en la que el monegasco Charles Leclerc (Ferrari) fue tercero; y que los españoles Fernando Alonso (Aston Martin) y Carlos Sainz (Williams) acabaron fuera de los puntos, en decimoséptima y decimoctava posición, respectivamente.

El australiano logró una victoria clara en uno de los ‘monumentos’ de la Fórmula Uno, la mítica y espectacular pista de Las Árdenas. La más larga (7.004 metros) y con mayor desnivel del Mundial. Donde el cuádruple campeón del mundo neerlandés Max Verstappen (Red Bull) -vencedor del sprint del sábado- fue cuarto; y el argentino Franco Colapinto (Alpine), en su séptimo Gran Premio desde que retornó a la F1, completó un mal día para los hispanohablantes al concluir decimonoveno.
El prodigio de Melbourne, debutante en la categoría reina hace dos temporadas -después de ganar de forma seguida los campeonatos de la F3 y la F2- confirmó sus intenciones de convertirse en el primer australiano en anotarse el Mundial de Fórmula Uno cuarenta y cinco años después de que lo lograse por última vez Alan Jones.
De momento, llegará al frente del campeonato, con 266 puntos -16 más que Norris y con 81 sobre Verstappen-, el próximo fin de semana, al Gran Premio de Hungría. El último antes del parón vacacional; y en el que el año pasado logró su primera victoria en la división de honor.
Al contrario de lo que le pasó en la prueba corta, en la que Verstappen le birló la victoria en la primera vuelta, esta vez fue él el que, saliendo segundo, forjó su triunfo merced a un espectacular adelantamiento a Norris en el primer giro.
Después de acabar segundo el sprint, en el que ‘Mad Max’ se anotó su duodécima victoria en una carrera corta de F1, Piastri -el más rápido en el libre y en la ‘cuali’ del viernes- repitió posición en la cronometrada principal, en la que su compañero firmó su decimotercera ‘pole’ en la categoría reina, la cuarta del año.
Los McLaren completaron en el legendario circuito belga -después de Silverstone, Monza y Mónaco el cuarto con más presencias en el Mundial- el sexto doblete en calificación en lo que va de curso; antes de firmar también el sexto doblete en carrera, encadenando asimismo los tres últimos. Y salían delante de Leclerc, tercero en la cronometrada principal, y del ganador de los pasados cuatro Mundiales.
Alonso, en la peor calificación de toda la historia de Aston Martin, había acabado decimonoveno la calificación, un puesto por delante de su compañero, el canadiense Lance Stroll, que fue último. Y Sainz, que había completado una digna actuación en el sprint -que acabó sexto- cayó en la Q2 con el decimoquinto tiempo.
Pero tanto los dos españoles, como el séptuple campeón mundial inglés Lewis Hamilton (Ferrari) -ganador el año pasado en Spa- y el joven debutante italiano Andrea Kimi Antonelli (Mercedes), que también habían quedado eliminados en la primera ronda, decidieron finalmente tomar la salida desde el ‘pit lane’; después de que todos ellos rompieran el parque cerrado para cambiar configuraciones en sus reglajes.
La mayoría lo hizo esperando convulsiones, pensando en una carrera en mojado. Pero lo fue sólo durante el primer cuarto de la misma; y los cambios no les sirvieron para nada. Salvo a Sir Lewis, que sustituyó la unidad de potencia y, con una sensacional estrategia, protagonizó la remontada del día para avanzar once puestos y acabar séptimo.
Sainz era el primero de los que iban a salir desde el pasillo de garajes, ordenándose por delante de Hamilton, de Antonelli y de Alonso, que advertía antes de la carrera que la tarde iba a ser larga, en una pista en la que las condiciones meteorológicas siempre pueden ser variables.
Los pronósticos que anunciaban lluvia se confirmaron, en una prueba que Alex Albon, el compañero de Sainz, y el inglés George Russell (Mercedes) -sexto en la ‘cuali’ y quinto en meta, por delante del tailandés- iban a afrontar desde la tercera hilera; y Colapinto -decimoséptimo en la cronometrada-, beneficiado por los que salían desde la recta de garajes, desde la decimoquinta plaza.
Todos salieron con los neumáticos intermedios bajo precipitaciones leves; pero tras completar la vuelta de formación por detrás del coche de seguridad se decretó interrupción, con bandera roja, y la carrera no arrancó hasta una hora y veinte minutos después de la previsto. Con salida rodada. Y por detrás del ‘safety car’, que no se retiró hasta el cuarto giro.
En la primera vuelta ‘real’, Piastri dio cuenta de Norris tras la subida posterior a Eau Rouge y tomó el liderato de la carrera; un giro antes de que Russell le arrebatara el quinto puesto a Albon. Y, a diferencia de otras veces en Spa, ya no hubo más sobresaltos. Ni accidentes, ni banderas rojas, ni coches de seguridad.
Así que la carrera fue, tal y como comentó en meta el doble campeón mundial asturiano, «bastante aburrida». Salvo para Hamilton, que ya avanzaba tres puestos en las primeras cuatro vueltas -los que perdía Stroll-, con los dos AMR25 rodando en el fondo del pelotón.
Verstappen atacaba, pero no podía con Leclerc -más rápido en las rectas-, lo que aprovecharon los McLaren para abrir hueco. Y el ‘crossover’ no se produjo hasta la vuelta 12, cuando los primeros pararon a instalar neumáticos de seco, entre ellos Alonso y Hamilton, que comenzaron a rodar con el compuesto medio.
Un giro después pararon Piastri, Leclerc y Verstappen; así como Sainz. Y Norris lo hizo en la 14, instalando las gomas duras con las que llegó a meta.
En esos momentos, Hamilton ya había ganado once plazas y era séptimo; el alemán Nico Hülkenberg (Kick Sauber), otro de los primeros en entrar a garajes, pasó del 14 al noveno; y Fernando rodaba decimotercero, seis puestos por delante de Sainz.
El japonés Yuki Tsunoda, que salió séptimo -su mejor puesto en parrilla desde que está en Red Bull- taponaba en esos instantes a Alonso, al que pasó el inglés Oli Bearman (Haas), en la decimoséptima de las 44 vueltas previstas, cuando Piastri lideraba con nueve segundos sobre Norris.
El ecuador de la prueba se traspasó con el australiano -que se planteaba acabar con los medios- con algo más de ocho segundos sobre Norris, con Leclerc tercero, a 16 segundos; y ‘Mad Max’ cuarto, a 18.
Sainz efectuó su segunda parada en la 27, en la que puso duros; y Alonso repitió el medio en la 30. No sirvió para nada, porque, en conjunto, España sufrió una de las peores jornadas en mucho tiempo.
A cuatro vueltas para meta, Norris bajaba a cuatro segundos y seis décimas la diferencia que le llevaba Piastri; pero nada cambió y el australiano dio un paso importante con miras a irse de vacaciones comandando un campeonato que, salvo absoluta tragedia, se resolverá a favor de un McLaren. Líder muy destacada en el Mundial de constructores, que encabeza ahora con 516 puntos, más del doble que Ferrari, que es segunda, con 248.
El neozelandés Liam Lawson (RB) acabó octavo e igualó los 16 puntos de Alonso -que el martes cumple 44, en espera de que, deportivamente hablando, su siguiente cumpleaños sea mucho más feliz- y de Sainz en la general.
El brasileño Gabriel Bortoleto (Kick Sauber) -uno de los ‘pupilos’ del genio astur-, que ganó como debutante, de forma seguida y los dos pasados años, la F3 y la F2, no podrá hacer lo propio este año en la categoría reina. Pero el ‘rookie’ paulista, de 20 años, salió muy contento de Spa. Donde, al acabar noveno, firmó su segundo mejor resultado desde que compite en la categoría reina.
Adrián R. Huber
arh