Redacción deportes, 27 abr (EFE).- En otro paso en su particular lucha contra la historia más brillante del ciclismo, el esloveno Tadej Pogacar (UAE) ofreció una exhibición marca de la casa para adjudicarse la 111 edición de la Lieja Bastoña Lieja, la “Decana” y cuarto monumento de la temporada, disputada con un recorrido de 252 km, el noveno en su cuenta.

Señalando al cielo para ofrecer la victoria al padre de su pareja, recientemente fallecido, sonriente y saludando al público que llenaba las cunetas de la recta de meta, Pogacar (Komenda, 26 años), cruzó la meta poderoso, como rey de la temporada de clásicas. Era su tercera Lieja, la séptima victoria de la temporada, la 95 en su rico palmarés.
Pogacar llegó a meta con un tiempo de 6h.00.09, a una media de 42 km/hora. Hubiera bajado de las 6 horas de no haberse recreado en la recta de meta. Le siguieron a 1.03 minutos el italiano Giulio Ciccone (Lidl Trek) y el irlandés Ben Healy (EF Education). El grupo principal a 1.10, con el colombiano Daniel Felipe Martínez (Red Bull Bora) y el británico Tom Pidcock entre ellos.
Escapada inicial con el argentino Sepúlveda en la aventura
Escapada inicial e inocua de 12 corredores, todos alejados de la condición de favoritos, con el argentino Eduardo Sepúlveda (Lotto) y el australiano Jack Haig, tercero en la Vuelta 2021, entre ellos. En la Lieja la pelea real se inicia en los últimos 100 km, y a 30 de meta llegan los instantes claves con las cotas de La Redoute, Forges y Roche aux Faucons.
El pelotón mantuvo estabilizó la aventura en torno a los 5 minutos. Y a rodar. A medida que se iban coronando las primeras cotas de Bastoña la fuga fue dejando unidades por el camino. Entre los favoritos ya había control a 80 de meta, con el UAE como supervisor general. Los favoritos tenían marcado su territorio, los lugares de leyenda.
Sin embargo, fue una aceleración del Bahrain de Pello Bilbao quien sentenció la aventura. En el Col du Rosier (4.5km al 5.6 %) la renta apenas llegaba a medio minuto, pero aún alargaron un poco más el sueño Sepúlveda, Haig, Loland y Le Berre, que claudicaron a 60 de meta. La Redoute ya asomaba en el horizonte de la “Decana”. Ya mandaba el UAE, con el Lidl de Skjelmose, Ciccone y Nys al acecho
Pogacar ataca en la Redoute
El Lidl Trek se empeño en presentar candidatura liderando el grupo camino de la Cota de Desnié (1.700 metros al 7,8), última dificultad antes de la trilogía decisiva de ascensos. Reaccionó el UAE, ya con Pogacar delante, asomando las garras para un posible movimiento de los suyos en la Redoute, punto donde se han decidido muchas Liejas.
Y así fue. Después de un gran trabajo de su compañero y compatriota Domen Novak, el campeón del mundo lanzó su órdago en La Redoute (1,6 km al 8,8 y rampa del 15), a 34,7 km de meta. Nadie le siguió, ni Remco Evenepoel, incapaz de contestar al primer latigazo de su gran rival. Nadie se cebó con Pogacar. Por detrás se formó un grupo de mucho nivel con Pidcock, Healy, Alaphilippe, Ciccone, Nys y Gregoire
El arcoíris, imparable
Siempre ofensivo y ambicioso, y bien protegido por su equipo, Pogacar lanzó la carta ganadora donde tenía marcado, una decisión definitiva, para sentenciar la carrera y a sus rivales, impotentes ante el poderio del maillot arcoíris, quien iba abriendo diferencias pedalada a pedalada.
La exhibición fue total, como para cerrar la temporada de clásicas al nivel de su tamaño como campeón. En la Cota de Forges (1,3 km al 7,8) subieron las diferencias. Más de 1 minuto al dúo Pidcock-Healy y 1.27 a Evenepoel, lejos de su mejor momento, desenfocado en esta ocasión el doble campeón olímpico.
Por detrás cedió en la persecución el británico Tom Pidcock, dejó su plaza al italiano Ciccone, quien se unió a Healy en lo que sería la lucha por las plazas secundarias del podio.
Solo faltaba una dificultad, la Cota de la Roche-aux-Faucons (1,3 km al 11), la “Roca de los Halcones”, donde seguía volando el corredor llamado a comer en la mesa de la historia junto al “Canibal” Eddy Merckx. La carrera estaba resuelta. La ventaja de Pogacar aumentaba a medida que se acercaba a Lieja
Directo a la séptima victoria de la temporada y la número 95 en su palmarés. Lanzado hacia otro paso en su particular lucha contra la historia. Como Anquetil y Merckx, Pogacar saboreó en Lieja un trago reservado para los elegidos.