Lille (Francia), 4 jul (EFE).- Pocas veces ha tenido un Tour de Francia un favorito tan claro como el de la 112 edición que se lanza este sábado de Lille. El esloveno Tadej Pogacar (UAE), campeón del mundo y con once triunfos esta temporada en 22 días de competición, inicia con paso firme el camino hacia su cuarto título.
El doblete Giro-Tour en 2024, sublimado con el maillot arcoíris, y la gloriosa presente temporada de clásicas, con cuatro triunfos, son credenciales que permiten a Pogacar ser el indiscutible cabeza de cartel que sale de Lille y llega a París el domingo 27 tras la disputa de 21 etapas, con un total de 3.338 km, con recorrido variado, pero con la montaña y dos cronos como principales citas para la general.
A sus 26 años, el ciclista de Klanec cuenta con 99 victorias y ya vuela tras la estela del mítico Eddy Merckx, «El Canibal». Pogacar llega al Tour lanzado, confiado y respaldado por un potente equipo donde la mayoría de sus componentes podrían ser líderes en otros equipos.
La formación del UAE cuenta con el portugués Joao Almeida, ganador este año de la Izulia y Vuelta a Romandía y Suiza; Adam Yates, Jonathan Narváez y el español Mar Soler, entre otros. Un conjunto de garantía.
Vingegaard, rival número 1, a recuperar la corona
El Tour tampoco será un paseo para Pogacar, y en el equipo, con su director Josean Fernández Matxín a la cabeza, tratan de evitar el exceso de confianza, la idea de que este Tour será poco menos que un paseo para el esloveno.
De eso también se encargarán varios rivales, el principal y más importante de ellos el danés Jonas Vingegaard, doble ganador del Tour (2022 y 2023), a sus 28 años y con solo 18 días de competición dispuesto a recuperar una corona que no pudo defender a tope hace un año por la grave caída de la Itzulia.
El líder del Visma empezó la temporada ganando, pero tras otro percance, esta vez en la París-Niza, se concentró casi en exclusiva para llegar a Lille al cien por ciento. Probó en el Dauphiné, y se encontró con el muro de Pogacar. Como el esloveno, también estará escoltado por un potente equipo que incluye a Simon Yates, ganador del Giro, Matteo Jorgenson, Sepp Kuss y Van Aert como principales nombres.
El tercero en discordia será el belga doble campeón olímpico Remco Evenepoel (Soudal Quick Step). En crono ya ha dejada clara su superioridad ante cualquier rival, pero en la montaña no alcanza el nivel de Pogacar o Vingegaard. Además, sin Mikel Landa, tendrá que afrontar su segundo Tour un equipo inferior al de sus rivales.
Roglic, Enric Mas y Carlos Rodríguez por el podio
En la discusión por los aledaños del podio el abanico se abre para corredores como Primoz Roglic (Bora), Enric Mas (Movistar) y Carlos Rodríguez (Ineos). El esloveno, plusmarquista de la Vuelta con cuatro victorias, se ha recuperado de las caídas del Giro, y si muestra su mejor versión peleará por las plazas de honor. Podría ser su última oportunidad.
Mas y Rodríguez serán las referencias españolas en el grupo de 10 ciclistas nacionales que tomarán la salida en la ciudad norteña. El balear, con 3 segundos puestos en la Vuelta, buscará a sus 30 años el salto de calidad que persigue y de momento no encuentra. El andaluz, al mando del Ineos, ya ha sido quinto y séptimo, e igualmente debe dar un paso al frente.
Movistar tomará la salida con un equipo formado por Enric Mas, Pablo Castrillo, el campeón de España de ruta y campeón del mundo sub’23 de crono Iván Romeo, Einer Rubio, Nelson Oliveira, Iván García Cortina, Will Barta y Gregor Muhlberger,
El plantel español en el Tour lo completan Marc Soler (UAE), Alex Aranburu e Ion Izagirre (Cofidis), Raúl García Pierna y Cristian Rodriguez (Arkea).
Recorrido variado, pero la montaña decidirá
El Tour comienza en Francia después de cuatro años de inicios en el extranjero, y no saldrá en ningún momento de su territorio. El recorrido consta de siete etapas llanas, seis de media montaña, seis de montaña, de las que cinco finalizan en alto, dos contrarrelojes individuales y dos días de descanso.
Lille, ciudad fronteriza con Bélgica, vive intensamente «Le Grand Départ» del Tour 2025. Habrá oportunidades para todos, también finales con «picante», días para el lucimiento en el esprint, con los mejores velocistas como Merlier, Milan o Philipsen en escena, y para la épica de los grandes puertos.
La primera presenta varias etapas llanas, pero con tramos quebrados, lo que garantiza, como es habitual, días de alta velocidad, nervios y algunas caídas. En el quinto día llega la primera crono del Tour en Caen, con un recorrido de 33 km que ya puede ofrecer diferencias significativas.
Por tierras del norte, en la séptima etapa, llegará el primer final con la ascensión al Muro de Bretaña (2 km al 7 por ciento). Dos nuevas etapas llanas anteceden a la primera etapa de auténtica montaña en el siempre peligroso terreno del Macizo Central con meta en Mont Dore (3,3 km al 8).
El Tourmalet espera en la segunda semana
Tras el primer descanso, el martes 15, la semana arranca en Toulouse con etapa sin dificultades antes de pasar a los Pirineos para buscar la meta en la cima del Hautacam (Especial, 13,5 km al 7,8), previo paso por el Soulor y Col de Borderes. Puede ser el primer gran test para los favoritos.
Al día siguiente turno para la cronoescalada a Peyragudes (8 km al 7,3). Mano a mano, con el esfuerzo individual, será una de las citas claves de la presente edición.
El paso por los Pirineos se cerrará con el día grande de Superbagneres (Especial, 12,4 al 7,3), subida a meta que vendrá precedida por el entrelazado del Tourmalet, Aspin y Peyresourde. La semana se cierra en Carcasona con jornada para aventureros.
Mont Ventoux y Col de la Loze en la última semana
Tras el segundo descanso, esta vez en lunes, toca una jornada unipuerto con el Mont Ventoux, el Gigante de la Provenza, siempre temible, sobre todo con calor, pero tampoco debe ser determinante. Tras una jornada llana llegan los Alpes.
La hora definitiva del Tour llega el jueves 24 con el «etapón» de los 3 puertos de categoría especial. Nada menos que 5.400 metros de desnivel con el Glandon (21,7 km al 5,1), Madeleine (19,2 km al 7,9) y final en Courchevel, ascendiendo hasta el Col de la Loze, a 2.304 metros de altitud, tras una escalada de 26,4 km al 6,5).
No se termina aún la fiesta de montaña. Al día siguiente etapa con los Cols de Saisies, Prè, Cormet de Roselend para finalizar con la larga y dura subida a La Plagne (19 km al 7,2). La foto del podio final quedará decidida.
Después de una etapa víspera del final adecuada para aventurero, el Tour termina en los Campos Elíseos, pasando antes por Montmartre, escenario en la prueba de los Juegos Olímpicos de París. Tramos con seguidores y detractores, por aquello de la seguridad, pero habrá espectáculo.
Carlos de Torres