Redacción deportes, 28 sep (EFE).- El esloveno Tadej Pocagar volvió a demostrar su condición de gran dominador de esta época ciclista revalidando en Ruanda su título mundial en línea sobre un durísimo recorrido de 267,5 km en los que exhibió su poder con una escapada de más 100 km para conquistar la medalla de oro.
Pogacar terminó la carrera con un tiempo de 6 horas, 21 minutos y 20 segundos, a un promedio de 42,089 km/h, y una ventaja de 1.28 sobre su gran rival Remco Evenepoel, con el que pudo tomarse la revancha tras la dura derrota en la CRI del domingo anterior cuando el belga le dobló habiendo salido dos minutos y medio después.
Evenepoel logró la medalla de plata tras una carrera en la que supo sobreponerse a un primer desfallecimiento en el ataque de Pogacar y posteriormente a una avería mecánica que le tuvo un rato parado. Cerró el podio, a 2.16 del ganador, el irlandés Ben Healy, más fuerte en los últimos kilómetros que el danés Mattias Skjelmose Jensen en la pelea por la medalla de bronce. También tuvieron gran protagonismo en la carrera el mexicano Isaac del Toro y el español Juan Ayuso, los dos únicos rivales -y compañeros en el UAE- que acompañaron a Pogacar en su ataque a 105 km de meta, aunque no pudieron seguir el ritmo del ganador de cuatro Tours de Francia. No obstante, mexicano y español aguantaron en carrera y terminaron entre los diez primeros, séptimo y octavo, tras el letón Tom Skujins y el italiano Giulio Ciccone. Completaron el Top 10, noveno y décimo, el portugués Alfonso Eulalio y el británico Tom Pidcock. Tras un inicio con muchos abandonos y una larga escapada de transición de siete corredores con el español Raúl García Pierna en ella, la carrera reventó donde se esperaba, en el Monte Kigali, a pesar de subirse a 100 km de meta. Pero sus duras rampas de hasta el 20 por ciento de desnivel eran una invitación a Pogacar para intentar otra más de sus heroicas aventuras desde lejos. Tensó el esloveno, cedió el otro favorito, Evenepoel, se pegó a Pogacar Ayuso y los dos se fueron por delante. Aún llegó otro UAE a la cabeza, Del Toro, tremendo. El mexicano dio continuidad al trío y hasta ahogó en la Cota de Kimihurura (1.300 metros adoquinados al 6,3 por ciento con un rampa inicial al 11 por ciento) a Ayuso. Se quedó el español, que se protegió en un grupo perseguidor al que más tarde se incorporó otro que llegó por detrás con Remco. A partir de ahí, con cerca de un minuto de diferencia, persecución del grupo liderada por Italia y Bélgica y las dos estrellas de UAE por delante. Tras la fusión, el pelotón contaba con una cuarentena de corredores. Unos calambres en una subida amenazaron a Del Toro, al que Pogacar prefirió esperar. Casi al unísono un problema mecánico dejó casi eliminado a Evenepoel, cabreado con su bici durante el rato que esperó a que le llegase otra. Y también en ese rato se formó un trío en busca de los UAE con el danés Honoré, el francés Sivakov y el irlandés Healy. Lo de Del Toro no tenía solución y Pogacar se marchó solo a 67 km de meta, ya con Evenepoel en el grupo principal de una veintena larga de corredores también con Carapaz, Ayuso y Tejada. Con el paso de los km la situación de carrera se estabilizó con Pogacar por delante, un quinteto perseguidor rodando a un minuto de distancia, con Evenepoel, Pidcock, Skjlemose, Hindley y Healy, del que tiraba siempre el belga. Otro minuto por detrás iba otro grupo de 12 con Del Toro, Ayuso, Tejada, Roglic, Ciccone y el casi juvenil Seixas, entre otros. Si bien este grupo cada vez cedía más tiempo. De ahí salieron las medallas y el Top 10. Remco siguió a lo suyo y fue eliminando a sus rivales, los primeros Hindley y Pidcock, y los últimos Skjelmose y Healy, quien estuvo más fuerte en las subidas finales para hacerse con la medalla de bronce sin tener que arriesgar en el esprint. La primera parte de la carrera estuvo marcada por diferentes movimientos de Francia, la retirada de varios ilustres, como el también galo Julian Alaphilippe, dos veces ganador de esta carrera, y el español Marc Solel, éste producto de una caída, y un continuo goteo de abandonos a medida que se iba haciendo cada vez más duro el paso de los kilómetros. La escapada inicial llegó hasta el temido Monte Kigali (6 km al 7 por ciento, pero con rampas de hasta el 20 por ciento). Ahí atacó Tadej, a 105 km de meta, y los demás lucharon ya por la plata. Ramón Orosa