Policía reprime protesta de vecinos de una favela de São Paulo que se oponen a un desalojo

Integrantes de la Policía fueron captados este martes, 13 de mayo, al ingresar a la favela Moinho, durante una manifestación en contra del desalojo de algunas familias, en Sao Paulo (Brasil). EFE/Isaac Fontana

São Paulo, 13 abr (EFE).- La Policía brasileña reprimió este martes una protesta realizada por decenas de personas para oponerse al desalojo de la favela do Moinho, la última barriada informal del centro de São Paulo.

Integrantes de la Policía fueron captados este martes, 13 de mayo, al enfrentar a un grupo de manifestantes, durante una protesta en contra del desalojo de algunas familias, en Sao Paulo (Brasil). EFE/Isaac Fontana

Los agentes usaron balas de goma y gases lacrimógenos para contener a los manifestantes, que bloquearon una línea de tren urbano en protesta por los trabajos de demolición de viviendas, que comenzaron el lunes y continuaron este martes.

Integrantes de la Policía fueron captados este martes, 13 de mayo, al ingresar a la favela Moinho, durante una manifestación en contra del desalojo de algunas familias, en Sao Paulo (Brasil). EFE/Isaac Fontana

Después del enfrentamiento, los policías y los vecinos adelantaron una reunión para tratar de desbloquear la situación, que se ha extendido por más de un mes.

El Gobierno de São Paulo ha ordenado desocupar Moinho en un intento por aumentar la seguridad y combatir el menudeo de droga en el centro de la mayor ciudad de Brasil.

La intención del Gobierno regional es trasladar a los habitantes de la favela a viviendas de interés social situadas en los alrededores y crear un parque público en el lugar de la favela, que está ubicada entre dos vías del tren.

Las autoridades de São Paulo han afirmado que el 88 % de las familias ya accedió al traslado a viviendas populares, si bien existe una minoría que se niega a moverse y que ha denunciado presiones por parte del Ejecutivo local.

Este lunes, las autoridades locales derribaron las seis primeras viviendas, desocupadas previamente, y este martes retomaron los trabajos de demolición, que fueron interrumpidos por el inicio de las protestas.

Hasta el momento, 168 familias que vivían en la favela han sido trasladadas a sus nuevas viviendas, de un total de 752 que han aceptado ser reasentadas, lo que representa el 88 % del total, según datos del Gobierno regional.

Otras familias de ese grupo, en lugar de ser reubicadas en viviendas populares, han elegido recibir a cambio una ayuda de 800 reales (unos 140 dólares) para alquiler o un crédito para la compra de una vivienda en el mercado.