Cracovia (Polonia),15 ago (EFE).- El presidente polaco, Karol Nawrocki, solicitó este viernes una «reacción enérgica del Ministerio de Asuntos Exteriores» de Polonia después de que en un partido de la Liga Conferencia de fútbol hinchas israelíes desplegaran una pancarta que calificaba a la población polaca de «asesinos desde 1939».
La pancarta fue desplegada en el duelo que enfrentó al equipo israelí Maccabi Haifa y el polaco Raków Częstochowa, que terminó con victoria del equipo de Polonia por 2-0 en Debrecen, Hungría, donde los israelíes jugaron como locales al no poder celebrarse el encuentro en territorio de Israel.
En un mensaje publicado en la plataforma X, la embajada israelí en Polonia tildó el acto de los hinchas israelíes de «comportamiento repugnante sin cabida en un estadio», una reacción que el jefe de la diplomacia, Radosław Sikorski, valoró positivamente.
Sikorski expresó en un mensaje publicado en Internet, su esperanza de que «la juventud israelí aprenda que en 1939, la Alemania nazi atacó Polonia y comenzó a asesinar a ciudadanos de todas las religiones y nacionalidades».
En la grada ocupada por los seguidores del Maccabi Haifa se pudo ver una pancarta que decía, en inglés, «Murderers since 1939» o «Asesinos desde 1939», en respuesta a una controversia previa surgida en el partido de ida, en Częstochowa (sur), donde los hinchas del Raków sacaron un cartel que decía «Israel mata y el mundo calla».
Al hacerse públicos los hechos, comenzó una cadena de reacciones y condenas por la parte polaca.
Por ejemplo, el presidente Karol Nawrocki calificó la pancarta de «estupidez indescriptible» y de «insulto a la memoria de los ciudadanos polacos víctimas de la Segunda Guerra Mundial, incluidos tres millones de judíos».
El presidente de la Federación Polaca de Fútbol, Cezary Kulesza, exigió acciones a la UEFA (Unión de Asociaciones Europeas de Fútbol), y advirtió que «no se toleran provocaciones ni falsificaciones de la historia».
Ministros polacos como Jakub Rutnicki, responsable de Deporte y Turismo, y Władysław Kosiniak-Kamysz, titular de Defensa, calificaron en sendos mensajes de algo «inaceptable» e «indignante» el acto, y reclamaron «una respuesta clara de la UEFA».
Otros políticos, como el ex primer ministro Mateusz Morawiecki, llegaron a pedir la expulsión del club de Haifa de la UEFA y la prohibición de entrada a Polonia de sus seguidores.