Polonia pedirá arresto de forenses rusos por falsedad en autopsias de tragedia de Smolensk

El presidente polaco, Andrzej Duda, deposita una ofrenda floral en el Monumento al ex presidente polaco Lech Kaczynski en la Plaza Pilsudski durante las ceremonias que conmemoran el 13º aniversario del accidente del avión presidencial cerca de Smolensk, en Varsovia, Polonia, el 10 de abril de 2023. 
EFE/EPA/Marcin Obara POLONIA FUERA

Cracovia (Polonia), 1 abr (EFE).- La Fiscalía Nacional de Polonia anunció este martes que pedirá la búsqueda y captura de más de 40 forenses rusos que practicaron las autopsias de las víctimas de la catástrofe aérea de Smolensk de 2010, en la que murieron el entonces presidente polaco, Lech Kaczynski, y decenas de dignatarios del país.

El fiscal Krzysztof Schwartz, jefe del equipo de investigación número 1 de la Fiscalía Nacional, aseguró a la agencia polaca Pap que se ha comprobado “sin lugar a dudas” que los dictámenes de los forenses contenían información falsa.

“No está claro si en esos documentos se escribieron mentiras deliberadamente, o fue por pereza o incompetencia. Pero ciertamente fueron creados al azar, algunos incluso copiados y pegados unos de otros. Quizás lo abordaron de la manera típicamente rusa y despreocupada”, declaró.

De acuerdo con la información difundida hoy, las irregularidades encontradas en las autopsias incluyen la falta de descripción de características identificativas y de lesiones importantes, la descripción de órganos y lesiones inexistentes, y la descripción de autopsias no realizadas.

Según la Fiscalía, a pesar de la solicitud de asistencia jurídica por parte de Polonia, Rusia se ha negado a cooperar, por lo cual se solicitará una búsqueda internacional con orden de arresto.

El 10 de abril de 2010, un avión del Gobierno polaco se estrelló cerca de Smolensk, en el oeste de Rusia, causando la muerte de 96 personas, entre las que se encontraban el entonces presidente, su esposa y decenas de altos mandos militares y figuras políticas.

La delegación se dirigía a una ceremonia conmemorativa del 70 aniversario de la masacre de Katyn, donde en 1940 miles de polacos fueron asesinados por la policía secreta soviética.

La coincidencia del lugar y la naturaleza de la pérdida de la élite polaca llevó a Lech Walesa, expresidente de Polonia, a referirse al evento como “Katyn 2”.

Desde entonces, la tragedia de Smolensk ha adquirido una profunda significación política en Polonia, marcada por la división y la controversia.

El principal partido de la oposición, Ley y Justicia (PiS), liderado por Jarosław Kaczyński, hermano gemelo del fallecido presidente, ha promovido la teoría de que el accidente no fue un mero error, sino un acto deliberado, posiblemente un atentado.

Esta narrativa ha polarizado a la sociedad polaca, dividiéndola entre quienes creen en las investigaciones oficiales polacas y rusas que apuntan a errores del piloto y condiciones adversas, y quienes sostienen la teoría de la conspiración.

Recientemente, una investigación del ministerio de Defensa polaco concluyó que el anterior Gobierno del PiS malgastó decenas de millones de euros en una comisión para reinvestigar el accidente, con el único propósito de probar que fue causado deliberadamente y el ministro de Defensa, Władysław Kosiniak-Kamysz, afirmó que el “propósito real era confirmar la hipótesis de una explosión”.