Inmaculada Tapia

Madrid, 07 ago (EFE).- Ponga un documental en su vida, esa es la máxima televisiva de las plataformas desde hace unos años. Adeptos no faltan, los famosos documentales de animales de La 2 se han amplificado a límites extraordinarios y no eres nadie si no eres protagonista de uno de ellos.

Ya no hace falta haber tenido una larga trayectoria profesional para ser la estrella de un documental. De hecho, el término ha desaparecido en favor de docureality o docuserie, que es un género intermedio (un sí pero no) del ‘biopic’, donde el protagonista y su entorno cuenta su vida en primera persona, todo sabiamente guionizado.
Las plataformas han venido a dar un espaldarazo al ‘boom’ de documentales que llenan la programación con homenajes a leyendas artísticas como Raphael, Camarón, Lola Flores, Pedro Almodóvar o Sara Montiel, con muchos testimonios y anécdotas.
‘Beckham’ abrió la espita al deporte, después llegaron los del futbolista Rafa Márquez y recientemente los de Carlos Alcaraz, Vinícius o Álvaro Morata.
Otros, toman la deriva clara de la denostada prensa del corazón y en ellos se intercala vida profesional y una gran parte de la personal como es el caso de la cantante Aitana o Miguel Bosé; casi exclusivamente la de las ‘influencers’ Georgina Rodríguez y Tamara Falcó o ‘Las Berrocal’ o la vinculada al fenómeno de la cantante Tamara-Yurena.
Marcos Hernández, director de ‘Imprescindibles’, un programa documental de TVE sobre los personajes más destacados de la cultura española contemporánea, asegura a EFE que el gran cambio que ha dado el género ha sido el uso de las herramientas del cine de ficción, «con guiones que administran la emoción y el suspense con cuentagotas para que llegue a todo el mundo».
Hernández rememora que ‘Bowling for Columbine’, de Michael Moore, un documental sobre la violencia y la afición a las armas de fuego de los norteamericanos, que se exhibía en salas de cine, marcó un antes y un después; ‘Searching for sugar man’ «reventó» el sistema establecido y «ahora las plataformas cualquier historia la convierten en un documental» para un público generalista.
‘Imprescindibles’ conserva una motivación de «servicio público» para dar a conocer a los protagonistas más relevantes de la cultura española contemporánea con ánimo de permanencia y que tiempo después sirvan para conocer la cultura española en profundidad.
«En una hora consigues saber lo fundamental de Enrique Morente o de Antonio López», apunta su director, consciente de la responsabilidad que conlleva seleccionar a los personajes teniendo en cuenta la diversidad de género, procedencia geográfica, disciplina artística o ideología con el objetivo de dar «una visión plural de la cultura» tanto dentro como fuera de España.
El documental se aleja del reportaje y triunfa lo autobiográfico
«Para que algo parezca poco preparado hay que prepararlo mucho», indica Lola Mayo, guionista de cine y documental de la productora Lolita Films y profesora de la Universidad Carlos III, que ve difícil encuadrar los documentales de ahora en el mismo marco que los de hace una década.
Mayo apunta que el auge de lo autobiográfico tiene que ver con que el documental empezó a alejarse del reportaje periodístico. «El que triunfa es el que, aparentemente, tiene una imagen menos producida».
Mantiene que a un «reportaje vinculado a lo informativo le debemos de exigir objetividad», pero las docuseries están narradas en primera persona, donde se manifiesta un punto de vista subjetivo, «y eso no es malo, cualquier documental puede ser sincero y ser en primera persona».
Con este tipo de audiovisuales «se eleva el concepto de información de corazón con una obra más amplia que lo que se ve en redes sociales, aprovechando el tirón de los fans» con propuestas muy preparadas, indica Lola Mayo.
Sin embargo, Vanesa Ferreiro, directora de la segunda temporada de ‘Soy Georgina’, el docureality de Netflix sobre la prescriptora y pareja del futbolista Cristiano Ronaldo, señala que en este caso no hay guión.
«Lo único que tenemos es un mapa de tramas donde vamos encajando la vida de ella, los viajes y el contenido que le va surgiendo. Pero no existe una escaleta, nos subimos a su vida y a la de la familia», señala la también guionista y directora durante cinco años de ‘Firts dates’, que asegura que el producto no sería el que es si tuviera guiones previos.
Ferreiro califica su documental como un reality aspiracional. «Te puede pasar a ti, un día encuentras al amor de tu vida y te cambia la vida» y eso le gusta verlo al espectador.
«Sabe lo que es ir en autobús a trabajar; llevar el táper para comer allí, vender a comisión, pero al final ahora su vida es otra», una exposición que valora, precisamente por la cantidad de críticas que ha tenido Georgina.
«No está ahí por casualidad, independientemente de que sea la mujer de Cristiano o no, eso ya ahora es secundario; tiene su propia personalidad, su propio estilo, su propia marca», a la que define como una persona normal, muy empática, que apoya mucho a las mujeres y no se olvida de su orígenes.