Pradillo (La Rioja) se engalana con almazuelas, una tradición textil que no pasa de moda

Detalle de una almazuela hecha con tela de corbatas. Los balcones y calles de la localidad riojana de Pradillo de Cameros se han engalanado este sábado con decenas de coloridas creaciones textiles en la 'Fiesta de las almazuelas colgadas', organizada para mostrar una tradición popular nacida de la necesidad, pero que no ha pasado de moda como afición. EFE/Raquel Manzanares

Rebeca Palacios

Pradillo de Cameros (La Rioja), 23 ago (EFE).- Los balcones y calles de la localidad riojana de Pradillo de Cameros se han engalanado este sábado con decenas de coloridas creaciones textiles en la ‘Fiesta de las almazuelas colgadas’, organizada para mostrar una tradición popular nacida de la necesidad, pero que no ha pasado de moda como afición.

Cientos de visitantes han podido recorrer las empedradas calles y plazuelas de este pueblo de apenas de 70 vecinos, que han colgado en sus casas, algunas del siglo XVIII, piezas multicolores fruto de muchas horas de cuidado trabajo artesanal.

La palabra almazuela tiene origen árabe, ya que parece derivar de la ‘almozala’, un vocablo muy usual en la Castilla del siglo X para referirse a la pequeña alfombrilla que los musulmanes tenían para rezar sus oraciones y que está preciosamente decorada.

Sin embargo, en zonas de La Rioja, Castilla y León y Aragón se usó tradicionalmente para referirse al arte de reutilizar pequeños retales de tela para confeccionar nuevas piezas textiles, una práctica muy común en los hogares más humildes en épocas de recursos limitados.

Con el paso del tiempo, se aplicó la creatividad artística a esta técnica de costura, conocida también como ‘patchwork’, y que se ha encontrado en algunos tapices egipcios.

Una afición que engancha

Los balcones y calles de la localidad riojana de Pradillo de Cameros se han engalanado este sábado con decenas de coloridas creaciones textiles en la 'Fiesta de las almazuelas colgadas', organizada para mostrar una tradición popular nacida de la necesidad, pero que no ha pasado de moda como afición. EFE/Raquel Manzanares

En la actualidad, es una afición que engancha en clases de costura, según ha asegurado a EFE la profesora María Antonia Narro, modista jubilada pero maestra de almazuelas desde hace más de 20 años.

En sus talleres, ha relatado, sus alumnas aprenden a coser con diferentes técnicas, como la denominada ‘cabaña de troncos’ que consiste en unir tiras estrechas.

Pero con las almazuelas también logran «una conexión» especial entre ellas, que a algunas les permite «salir de un bache personal y a otras pasar un buen rato» con este pasatiempo.

Narro es una de las cuatro artesanas -junto a Fuensanta Grandes, Marga Barrio y Margo- que forman parte del comité organizador de la decimotercera ‘Fiesta de las almazuelas colgadas’, declarada Fiesta de Interés Turístico de La Rioja en 2024.

Las cuatro han ofrecido a los visitantes paseos guiados por el pueblo para contemplar todas las creaciones y se han encargado de supervisar un taller para elaborar una almazuela colectiva, que se acabará durante el año y se sorteará en la fiesta de 2026.

Un concurso y exposiciones

Imágenes de las almazuelas del segundo concurso nacional en la feria de Almazuelas en la que participan una treintena de artesanas. Los balcones y calles de la localidad riojana de Pradillo de Cameros se han engalanado este sábado con decenas de coloridas creaciones textiles en la 'Fiesta de las almazuelas colgadas', organizada para mostrar una tradición popular nacida de la necesidad, pero que no ha pasado de moda como afición. EFE/Raquel Manzanares

Además de las colgadas en el pueblo se celebra el segundo concurso nacional de almazuelas, en el que participan una treintena de artesanas (15 riojanas y el resto de varias comunidades) cuyas creaciones están expuestas en el ayuntamiento.

Hay también otras dos exposiciones en casas del pueblo que se pueden visitar hasta el domingo: una de almazuelas cameranas del siglo XIX de una familia de Ortigosa de Cameros, en el zaguán de la antigua Fonda, y otra de almazuelas de Pilar Alfaro, en el portal de la casa Cospedal.

La fiesta se completa con un mercado de artesanía y alimentos, un espacio gastronómico y el domingo habrá un concierto del sexteto de cuerda Bambú Ensemble, ha relatado a EFE la representante del Ayuntamiento, Mayvi Barrasa.

Este año, ha indicado, se han comenzado a confeccionar banderines con esta técnica textil, que en futuras ediciones servirán para adornar este pueblo de la sierra de Cameros, situado a 41 kilómetros de Logroño.