Madrid, 4 ago (EFE).- Los migrantes solicitantes de asilo acogidos en el Centro de Recepción, Atención y Derivación (Creade) de Pozuelo de Alarcón (Madrid) -casi la mitad de ellos, ucranianos- viven estos días con preocupación la noticia del posible cierre de las instalaciones, ordenado por el Ayuntamiento.
Según han señalado a EFE fuentes de Accem, la ONG que gestiona el centro, dependiente del Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, de las 560 plazas totales con las que cuenta, hay ocupadas 395, y casi la mitad, 178, por ciudadanos ucranianos.
Las siguientes nacionalidades con más usuarios en este centro son Afganistán (49), Mali (43) y Venezuela (29).
Entre los usuarios del centro, todos ellos solicitantes de protección internacional, se ha despertado cierta inquietud estos días tras constatar la presencia de cámaras y medios de comunicación en las puertas de las instalaciones a raíz de la orden de cierre por parte del consistorio.
Los técnicos de la entidad tratan de trasladar a los usuarios un mensaje de «tranquilidad», ya que, como aseguran que les ha transmitido el ministerio, no se va a producir un desalojo inminente de las instalaciones.
La polémica comenzó cuando trascendió que el Gobierno barajaba trasladar a estas instalaciones a alrededor de 400 menores migrantes no acompañados solicitantes de asilo que hasta ahora eran atendidos por Canarias, con el fin de cumplir la orden del Supremo que obliga al Estado a acoger a estos jóvenes en sus recursos dedicados a peticionarios de protección internacional.
Tanto la Comunidad de Madrid como el Ayuntamiento de Pozuelo se han opuesto desde el principio a este plan, y el último paso del consistorio fue anunciar el pasado jueves que había comenzado el procedimiento para cerrar el centro tras realizar una inspección municipal y corroborar que carece de licencia para su actividad.
El de Pozuelo fue el primer Centro de Recepción, Atención y Derivación (Creade) puesto en marcha por el Gobierno en marzo de 2022 para dar una respuesta a la emergencia migratoria derivada de la invasión rusa a Ucrania. Hoy hay otros tres Creade en España, ubicados en Málaga, Barcelona y Torrevieja (Alicante).
Fueron creados para recibir y asistir a los desplazados por la guerra y gestionar, en menos de 24 horas, su protección temporal en España -que otorga permiso de residencia y trabajo y acceso a los servicios sociales españoles de forma inmediata- para su posterior derivación a otros recursos más adecuados.
En marzo de 2023, el centro de Pozuelo empezó a atender a personas solicitantes de asilo de otras nacionalidades además de la ucraniana y entre ellos hay núcleos familiares con menores acompañados.
Según fuentes de la ONG, cuando el Creade se puso en funcionamiento en 2022, la respuesta de los vecinos de Pozuelo fue de un «apoyo gigante», mientras que con el tiempo esta ha derivado en una actitud más «neutral», pero nunca de rechazo u oposición a su continuidad en el municipio.