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Presencia, vigilancia y disuasión:la labor del Ejército para prevenir el fuego en el monte

Un helicóptero del Ejército en una ronda de vigilancia en medio de su participación en la Fuerza Operacional Centinela Canario, un operativo para la prevención contra incendios en la isla de Tenerife. EFE/Alberto Valdés

Santa Cruz de Tenerife, 13 ago (EFE).- El Ejército desarrolla por segundo año consecutivo en los montes de Tenerife la Operación Centinela, que tiene como objetivo prevenir que se declaren incendios forestales con un trabajo basado en la presencia, la vigilancia y la disuasión.

El teniente coronel Ángel Luis Noriega, segundo jefe de la Fuerza Operacional Centinela Canario, habla con la prensa este miércoles durante una visita al operativo desplegado por el Ejército para la vigilancia contra incendios en la isla de Tenerife. EFE/Alberto Valdés

Esta iniciativa es posible gracias a un acuerdo del Cabildo de Tenrife con el Ministerio de Defensa, se extiende desde el 1 de julio hasta el 30 de septiembre e incluye el uso de patrullas terrestres y dos helicópteros con visión nocturna, que permiten la vigilancia de lugares de difícil acceso.

Efectivos del Ejército en una ronda de vigilancia en medio de su participación en la Fuerza Operacional Centinela Canario, un operativo para la prevención contra incendios en la isla de Tenerife. EFE/Alberto Valdés

El teniente coronel Ángel Luis Noriega, segundo jefe de la Fuerza Operacional Centinela Canario, ha explicado este miércoles durante una visita de prensa a las instalaciones del acuartelamiento de Hoya Fría, que su misión “es clara”, tratar de “prevenir en la medida de lo posible” que se produzcan “incendios forestales en la isla”.

“Nosotros estamos en constante coordinación con las Fuerzas y grupos de Seguridad del Estado, junto con la Brifor, las patrullas del Centro de Coordinación del Operativo Insular (Cecopin) para, ante la detección de un posible conato o situación de riesgo, avisar inmediatamente a nuestros superiores y al Cecopin, para tratar de evitar que ese posible incendio llegue a mayores”, ha detallado el teniente coronel.

Para ello, ha continuado, están a disposición de las autoridades para “ayudar en la medida de lo posible”, ya sea a través de ofrecer información, cerrar carreteras, o ayudar en el desalojo de personas, pero no en la extinción del fuego.

Durante este verano aún no han tenido que dar ningún aviso, cosa que sí ocurrió el año pasado, cuando detectaron un conato de incendio, obtuvieron toda la información posible respecto a la distancia de la población civil, las carreteras que tenían acceso hasta él y dieron aviso al puesto de control, para que el Cabildo determinara si hasta allí se debían dirigir una patrulla forestal, la Guardia Civil o los bomberos.

En estos momentos, ha indicado Noriega, las patrullas formadas por 36 efectivos que van rotando se encuentran localizadas en dos zonas de acción, establecidas en reuniones de coordinación con el personal del Cecopin, en concreto en la zona de Los Realejos y en la zona de Güímar y La Esperanza, unas indicaciones que pueden variar según se desarrolle la climatología o las necesidades específicas.

“Desde que salimos del acuartelamiento estamos haciendo presencia. Nuestros soldados pasan entre ocho y diez horas en el campo diariamente, tanto por el día como por la noche. Incluso cuando van a tomarse un café a un bar local están obteniendo información de posibles incendiarios. El objetivo es estar en contacto con el terreno y la población”, ha explicado el teniente coronel.