Jerusalén, 4 ago (EFE).- El presidente de Israel, Isaac Herzog, afirmó este lunes que cientos de camiones esperan para ser distribuidos en la Franja de Gaza y achacó a la ONU no haberlo hecho «de manera eficiente».
En una comparecencia con motivo de su viaje a Lituania junto a su homólogo lituano, Gitanas Nausėda, Herzog aseguró que Israel está haciendo «enormes esfuerzos para abordar la situación humanitaria, de conformidad con el derecho internacional», según un comunicado distribuido por su oficina de prensa.
Y añadió que cientos de camiones «esperan ser distribuidos, pero las Naciones Unidas no lo han hecho de manera eficiente», en referencia a los que están varados en las fronteras con Gaza en espera de ser repartidos, tanto de la ONU como de otras organizaciones internacionales.
Cientos de esos camiones (miles, según el gobierno gazatí) están acumulados en la frontera de Gaza y las organizaciones humanitarias achacan ese hecho a que Israel no les garantiza rutas seguras.
Herzog celebró además «los lanzamientos aéreos de ayuda humanitaria (sobre Gaza) de cada vez más países» e hizo un llamamiento a todas las naciones «para que se unan a este esfuerzo crucial para mejorar las condiciones sobre el terreno».
El presidente israelí enseñó las imágenes que han distribuido en los últimos días milicias palestinas de dos rehenes israelíes extremadamente delgados -a uno de ellos le obligaron a aparecer cavando su propia tumba-, y dijo al mundo que no debe «permanecer en silencio».
«Todos deben ser traídos a casa. Esa es la clave para resolver la grave crisis en Gaza y en todo el Medio Oriente», aseguró para añadir que los rehenes «son víctimas de horribles crímenes contra la humanidad».
Las agencias de la ONU advirtieron esta semana de que Gaza enfrenta un grave riesgo de hambruna: más de uno de cada tres habitantes pasa días sin comer, y el resto de indicadores de nutrición han alcanzado sus peores niveles desde que comenzó el conflicto hace casi dos años
Ante esta situación y la creciente presión internacional, las autoridades israelíes anunciaron hace una semana «pausas humanitarias» de los combates en algunas rutas para permitir a los pocos camiones con ayuda que entran al enclave distribuir la carga, aunque la mayor parte acaban siendo saqueados por la población hambrienta y por grupos organizados.
Según las organizaciones humanitarias, deberían entrar un mínimo de 500 camiones diarios (con unas 25 toneladas cada uno) en la Franja. De acuerdo a datos oficiales israelíes, en junio se introducían entre 50 y 100 diarios y desde que Israel anunció hace unos días las pausas están entrando unos 200 diarios.
Israel también ha permitido retomar los envíos por aire de alimentos, aunque organizaciones internacionales como la agencia de la ONU para los refugiados palestinos (UNRWA) han criticado estos lanzamientos, tildándolos de «caros, ineficaces e insuficientes», ya que un avión no llega a transportar el contenido de un solo camión.