Puerto Príncipe, 18 may (EFE).- El primer ministro de Haití, Alix Didier Fils-Aimé, llamó este domingo a la unidad nacional y al trabajo colectivo a fin de crear las condiciones que permitan celebrar un referéndum para reformar la Constitución y elecciones “libres, inclusivas y creíbles”, en un país sumido en una profunda crisis donde no se realizan comicios desde hace una década.
El primer ministro participó este domingo en un acto por el Día de la Bandera, cuya celebración, por decisión del Consejo Presidencial de Transición (CPT) y del Gobierno, se trasladó este año de Arcahaie, en el departamento oeste y cuna de la bandera, a Cabo Haitiano, en la costa norte, generando disgustos en diferentes sectores, que también criticaron el “gasto excesivo” que supuso el cambio de escenario.
Didier Fils-Aimé dijo que “hoy más que nunca” la Bandera Nacional “nos llama a la unidad. Nos recuerda que ya no es tiempo de división, sino de unión sagrada”, según un comunicado difundido por su oficina tras el acto.
Para el primer ministro, “es imperativo que superemos nuestras diferencias, dejemos de lado los intereses y trabajemos juntos para proteger nuestro país, organizar el referéndum constitucional y celebrar elecciones libres, inclusivas y creíbles”.
Aunque las autoridades intentaron que la actividad transcurriera sin inconvenientes, en el lugar se vivieron episodios violentos por parte de algunos participantes que, según observó EFE, protestaron contra las autoridades, poniendo de manifiesto una vez más el profundo malestar en el país, sumido desde hace años en una crisis agravada por la violencia de las bandas armadas.
También se produjeron enfrentamientos entre agentes de la Policía Nacional y algunos manifestantes, sin que hasta el momento se tenga información de heridos.
Haití enfrenta una severa crisis en todos los órdenes, en particular en los altísimos niveles de inseguridad.
Solo en los tres primeros meses del año, 1.617 personas murieron y otras 580 resultaron heridas por la violencia que involucra a las bandas armadas, grupos de autodefensa y miembros no organizados de la población, así como por las operaciones de las fuerzas de seguridad, de acuerdo con datos recientes de la Oficina Integrada de las Naciones Unidas en Haití (Binuh).
En 2024 la violencia causó en Haití al menos 5.626 muertos (un millar más que el año anterior), 2.213 heridos y 1.494 secuestrados, según datos verificados por la ONU, en un país con más de un millón de desplazados tras tener que abandonar sus hogares a causa de la inseguridad.