Beirut, 18 ago (EFE).- El primer ministro libanés, Nawaf Salam, pidió este lunes al enviado especial de Estados Unidos para Siria, Thomas Barrack, «presionar» a Israel para que cumpla con su parte del acuerdo de alto el fuego, después de que el Líbano tomara medidas para el desarme del grupo chií Hizbulá.
Durante un encuentro entre ambos en Beirut, Salam «destacó la necesidad de que la parte estadounidense cumpla con su responsabilidad de presionar a Israel para que cese las hostilidades, se retire de los cinco puntos y libere a los prisioneros», según un comunicado emitido por el Gobierno libanés.
Hace dos semanas, el Consejo de Ministros libanés encargó al Ejército del país la preparación de una hoja de ruta para el desarme de Hizbulá, a implementarse antes de final de año, y dos días más tarde aprobó los objetivos de una propuesta de plan estadounidense centrada en ese mismo fin.
Mientras tanto, Israel continúa lanzando bombardeos contra el territorio libanés prácticamente a diario y todavía mantiene a sus tropas en cinco colinas del sur del Líbano, de donde se ha negado a retirarse en violación del cese de hostilidades acordado el pasado noviembre entre ambos países.
Salam también consideró como una «prioridad» ofrecer respaldo tanto financiero como material al Ejército libanés para que pueda desarrollar las tareas que le han sido asignadas, pues el desarme se enmarca en una iniciativa dirigida a limitar la posesión de armamento exclusivamente a las fuerzas estatales.
«En este mismo contexto, subrayó la importancia de renovar el mandato de la misión de paz de la ONU en el Líbano (FINUL), dado su papel en la consolidación de la estabilidad y en el apoyo al Ejército a la hora de extender la autoridad del Estado en el sur», agregó la nota gubernamental.
El mandato de los cascos azules expira este 31 de agosto y, si bien suele renovarse con una votación anual en el Consejo de Seguridad, esta vez se teme que tanto Israel como Estados Unidos puedan obstaculizar su continuación o traten de reducir a solo seis meses su periodo de validez.
Barrack, principal mediador estadounidense entre el Líbano e Israel, también mantuvo este lunes un encuentro de más de una hora de duración con el presidente del Parlamento libanés, Nabih Berri, aliado clave de Hizbulá y negociador en jefe por parte del Líbano en el pacto del pasado año.
El máximo legislador trasladó al diplomático estadounidense que la «clave» para la estabilidad del país mediterráneo está en el compromiso que el Estado judío muestre hacia el acuerdo de alto el fuego, así como la retirada de sus tropas al otro lado de la frontera de facto.
Según un comunicado de su oficina, Berri apuntó que tal cumplimiento por parte de Israel supondrá a su vez una «oportunidad» para iniciar el esperado proceso de reconstrucción del Líbano tras la guerra del pasado año y para el eventual retorno de los desplazados a sus zonas de origen.
Barrack, por su parte, se limitó a considerar que el proceso está avanzando «en la dirección adecuada», de acuerdo con la nota.
Hizbulá ha rechazado tanto la propuesta de plan estadounidense como la decisión del Gobierno libanés de preparar uno propio para el desarme, al considerar que ambos van en el interés del Estado judío y mermarán las capacidades defensivas del Líbano mientras sigue siendo objetivo de reiterados ataques israelíes.
Las medidas adoptadas este mes han elevado la tensión entre las autoridades libanesas, el movimiento armado y partidos rivales, sembrando miedos al estallido de un conflicto interno.