La Habana, 6 ago (EFE).- La cosecha de arroz de una empresa vietnamita -la primera firma extranjera en Cuba desde 1959 en recibir concesiones de tierras para este fin- fue de 1.000 hectáreas (ha), el equivalente al 3,3 % de lo plantado en toda la isla en 2023, informó este miércoles la prensa estatal.

La compañía asiática -de la que no se han ofrecido datos- recibió en enero de este año tierras para sembrar arroz en una granja en el municipio de Los Palacios (Pinar del Río, a unos 100 kilómetros al suroeste de La Habana).

Hace dos años, Cuba sembró cerca de 30.000 ha de arroz, según los últimos datos oficiales disponibles.
La “novedosa iniciativa” prepara ahora una segunda contienda para lo cual ya ha plantado 90 ha del cereal, precisó el diario oficial Granma.
Además de traer a sus propios especialistas, la compañía vietnamita aporta los fertilizantes, herbicidas, plaguicidas y demás recursos necesarios para la producción, así como variedades híbridas del país indochino, con las que la demanda de semillas se reduce de 150 kilogramos por ha a 30.
Para el primer año se prevén rendimientos de siete toneladas por ha y, a partir del segundo, aumentar a ocho.
Desde el pasado octubre se inició en Cuba un modelo experimental con la siembra de una semilla híbrida de arroz -importada de Vietnam- en más de 15.000 ha en diversas regiones de la isla, con el fin de incrementar la producción y mejorar el rendimiento, que desde hace varios años se ha visto menguado.
Cuba requiere de unas 700.000 toneladas anuales de arroz necesarias para el consumo nacional.
Vietnam es el principal proveedor de arroz a Cuba, donde ese cereal es un alimento vital y se consumen como promedio más de 60 kilogramos por persona al año.
Junto con China, ha donado a Cuba en los últimos años cargamentos de arroz para apoyar al país caribeño, que gasta 2.000 millones de dólares anuales en la importación de alimentos incluidos en la canasta básica (la asignación estatal de productos subvencionados por persona).
Cuba atraviesa una grave escasez de básicos, además de frecuentes apagones y una fuerte inflación debido a la crisis en que está sumido el país desde hace cuatro años por la conjunción de la pandemia, el endurecimiento de las sanciones de EE.UU. y los errores en la política económica nacional.