Prisión para 12 de los detenidos de la red de inmigración irregular desde Argelia a España

Un grupo de inmigrantes que han sido rescatados los ultimos días en el Mar de Alborán, Almería. EFE /Carlos Barba.

Almería, 27 ago (EFE).- Doce de las catorce personas detenidas en el marco de la operación Nautilita, desarrollada por la Guardia Civil contra una organización criminal dedicada a favorecer la inmigración irregular desde Argelia hasta España, han ingresado en prisión provisional, según ha informado este miércoles la Comandancia de Almería.

La investigación, coordinada por la Guardia Civil en colaboración con Europol, la Gendarmería Nacional francesa y los Carabinieri italianos, ha permitido desmantelar una de las principales redes dedicadas a la introducción de inmigrantes mediante embarcaciones de alta velocidad.

La operación, que se ha desarrollado de forma simultánea en las provincias de Almería, Murcia, Sevilla y Alicante, se ha saldado con un total de 14 detenidos y ocho personas investigadas. La distribución de los arrestos se ha producido de la siguiente manera: siete en la provincia de Almería, tres en Alicante, tres en Murcia y uno en Sevilla.

El juez ha ordenado el ingreso en prisión provisional de doce de los catorce arrestados, mientras que dos han quedado en libertad con medidas cautelares.

Durante la fase de explotación se llevaron a cabo ocho registros domiciliarios en las localidades de Almería, Níjar, Tabernas, Espartinas (Sevilla) y Alicante. En estas diligencias los agentes intervinieron quince embarcaciones neumáticas de entre 7,5 y 8 metros de eslora, todas ellas equipadas con potentes motores de entre 200 y 425 caballos.

También se incautaron dos moldes de cascos de embarcaciones de ocho y catorce metros, tres motores de 300 caballos, dos armas de fuego cortas, 133 garrafas de gasolina y 68.115 euros en efectivo.

Según las pesquisas, la organización había invertido más de un millón de euros en la adquisición y fabricación de estas embarcaciones, conocidas como “go fast”, que eran utilizadas para las travesías clandestinas desde las costas argelinas.

El entramado contaba con empresas instrumentales en Francia a través de las cuales canalizaban los beneficios obtenidos, cobrando hasta 7.000 euros a cada migrante que introducían de forma irregular en España.

La red operaba con una estructura jerarquizada en la que estaban claramente delimitados los roles de patrocinadores, financiadores, intermediarios, facilitadores náuticos y responsables logísticos. Además, disponían de un sistema paralelo de transferencias de dinero mediante “hawaladares” para sostener la actividad ilícita sin dejar rastro en el sistema financiero ordinario.

Las fuerzas de seguridad han subrayado que esta organización representaba una amenaza relevante no solo por el riesgo grave que generaban para la vida de los inmigrantes, trasladados en condiciones precarias y en embarcaciones sobrecargadas, sino también por la capacidad económica y logística desplegada en ambos lados del Mediterráneo.

A los detenidos se les imputan delitos de pertenencia a organización criminal, blanqueo de capitales, favorecimiento de la inmigración irregular, contrabando y tenencia ilícita de armas.

La investigación judicial sigue abierta para determinar la posible implicación de más personas en la trama y analizar la conexión de la red con otros grupos criminales asentados en el norte de África y en países europeos.