Alicante, 10 may (EFE).- El presidente de la Sociedad Española de Farmacia Rural (SEFAR), Jaime Espolita, ha reiterado la propuesta de esta entidad de establecer un fondo de compensación que permita garantizar la sostenibilidad económica de las farmacias situadas en los pequeños municipios y de aplicar incentivos para el relevo generacional en el sector.
Espolita ha hecho estas declaraciones a EFE con motivo del Primer Congreso Nacional de Farmacia Rural, que se celebra este sábado y el domingo en el Auditorio de la Diputación de Alicante (ADDA), organizado por la Asociación de Farmacéuticos Rurales de la Provincia de Alicante (AFARPA) y SEFAR bajo el lema ‘Farmacia Rural: es pueblo, es vida’.
En este encuentro se abordarán la situación actual de las farmacias rurales (hay más de 4.400 en España), la aplicación de la nueva legislación de medicamentos de uso animal, la incorporación de las tecnologías innovadoras, como la inteligencia artificial, y la dermofarmacia, entre otras cuestiones.
Además, el cónclave servirá para visibilizar la labor que desempeñan los farmacéuticos rurales en el sistema sanitario español y para plantear resoluciones que, según AFARPA y SEFAR, habría que tomar para garantizar la subsistencia de estas farmacias, ha explicado Espolita.
“No hay una definición clara de lo que es una farmacia rural; entendemos que es aquella que está ubicada en poblaciones rurales de menos de 5.000 habitantes”, ha indicado el presidente de SEFAR, quien ha asegurado que la situación de las enclavadas en zonas de menos de mil habitantes es “prácticamente insostenible” desde un punto de vista económico por el actual modelo retributivo.
Cambiar la retribución de la farmacia comunitaria
Según Espolita, el sistema retributivo únicamente tiene en cuenta el número de pacientes que atienden las farmacias (el número de envases que dispensan), lo que representa un escollo para la sostenibilidad económica de las que se hallan en municipios de menos de mil habitantes, dado el fenómeno de la despoblación y “la bajada continua del precio del medicamento”.
SEFAR propone cambiar la retribución de la farmacia comunitaria, de manera que se pagara no solo por el número de envases dispensados, sino también por otros servicios que ofrece, como pueden ser las guardias, el control de botiquines o el seguimiento de la adherencia del paciente.
“El problema con el que nos encontramos es que hay una resistencia, sobre por parte de nuestro sector, muy grande porque es un modelo retributivo que beneficia a un 80 % de las farmacias”, pero no a las rurales, ha subrayado.
“Lo que hemos planteado siempre a la administración y a nuestras instituciones es establecer, como se hace en Inglaterra, Suecia e Italia, unos fondos de compensación”, que, “en el caso de España, estaríamos hablando de un fondo de 40 millones” de euros para que las más de 2.000 farmacias de menos de mil habitantes que hay en el país pudieran ser sostenibles económicamente y “seguir buscando el relevo generacional”, ha dicho.
“Desde 2012 han cerrado más de 300 farmacias en España” y “obviamente se cierran en estas pequeñas poblaciones”, según el presidente de SEFAR.
A la falta de rentabilidad se añade la dificultad de conciliar la vida personal porque, en muchos casos, no pueden disfrutar de vacaciones al no disponer de capacidad para contratar a personal, deben hacer “hasta 6 meses de guardia al año” y “no pueden coger una baja por enfermedad o por maternidad”, ha apuntado Espolita, quien ha destacado que “el 70 % de las farmacias rurales” es de titularidad femenina.