Protección y concienciación, claves para prevenir el cáncer de piel

Imagen de archivo de una mujer en la playa del Rincón de la Victoria (Málaga). EFE/Jorge Zapata

Toledo, 13 jun (EFE).- Evitar una exposición prolongada al sol y utilizar ropa adecuada y protector solar son algunas de las principales medidas de prevención del cáncer de piel, según los especialistas, quienes destacan la importancia de la educación sanitaria para concienciar a la población sobre los riesgos de la radiación ultravioleta.

Lo cuentan, en sendas entrevistas con EFE con motivo del Día Europeo de la Prevención del Cáncer de Piel, la dermatóloga Elena Martínez y el oncólogo Javier Medina, del Complejo Hospitalario de Toledo.

Entre los factores que influyen en la aparición del cáncer de piel, Martínez cita los genéticos, «que fundamentalmente son mutaciones en genes que hacen que la reparación del ADN no se produzca o que sea más lenta cuando se produce el daño solar», y el tipo de piel ya que las más claras, por su tipo de melanina o de pigmento, tienen más riesgo que las más oscuras.

Aunque el principal factor de su aparición es la exposición al sol que, como explica, hace que se produzcan una serie de radicales libres que, a su vez, producen una oxidación en el ADN de las células que inducen su mutación.

«Lo normal es que esa mutación el propio cuerpo la repare», continúa la dermatóloga, pero agrega que «puede llegar un momento en el cual, por el envejecimiento celular o por la acumulación de mucho daño, esa reparación no se produzca» o «que tengamos una deficiencia en esos mecanismos de reparación» y, en consecuencia, comience a aparecer cáncer de piel.

Ropa adecuada y protector solar

Una turista se protege del sol en Toledo con un paraguas.. EFE/Ismael Herrero

Por ello, la doctora Martínez incide en la importancia de la protección y recomienda utilizar tanto medios físicos -gorras, sombreros, gorros, gafas de sol y manga larga- como protector solar; evitar las horas centrales del día, y también se puede recurrir como complemento a la protección solar oral, pastillas que son «ricas en antioxidantes».

Esta dermatóloga afirma que cada vez más personas se ponen cremas y se protegen del sol, aunque «probablemente esté motivado, más que por evitar el riesgo de cáncer de piel, por el autocuidado, es decir por llevar una vida saludable, evitar riesgos innecesarios» y por estética.

Advierte de que la incidencia de cáncer de piel ha aumentado, aunque «se detecta mucho antes», y hace hincapié en que muchos de los casos se dan en personas a partir de 50 años, ya que en el pasado no era tan habitual «esta tendencia a la protección solar que hay a día de hoy en los niños».

Tipos de cáncer de piel

Por su parte, el doctor Medina detalla los diferentes tipos de cáncer de piel. En primer lugar, cita el carcinoma basocelular, que es «el tumor más frecuente que existe a nivel mundial».

«Están relacionados con la exposición solar crónica y son tumores de muy lento crecimiento», lesiones «muy poco agresivas» que el 99 % de las veces «crecen a nivel local», indica.

En segundo lugar alude al carcinoma epidermoide o de células escamosas, también relacionado con la exposición solar crónica. Es más agresivo y normalmente se origina sobre lesiones premalignas: «El daño que se ha producido hace 20, 30 o 40 años» sale con la edad.

Y el menos frecuente, pero el más conocido y agresivo, es el melanoma, relacionado con quemaduras solares como las que sufren las personas que van a la playa o a la piscina «y en tres días quieren estar muy morenas», remarca.

De igual modo, afirma que en un porcentaje «muy elevado» (85-90 %), los melanomas son «muy localizables» y «fáciles de abordar» en fases iniciales, pero es un tipo de cáncer con «un comportamiento más incierto que el resto de los tumores cutáneos» y puede ocurrir que «lesiones muy pequeñitas que ‘a priori’ no deberían dar problemas, pasado un tiempo te encuentres con una enfermedad metastásica».

9.500 casos anuales de melanoma en España

Este oncólogo cifra en alrededor de 9.500 los casos anuales de melanoma en España, según los registros de las sociedades científicas de Dermatología y Oncología, con una prevalencia mayor en mujeres que en hombres.

Sin embargo, avisa de que «los epidermoides y basocelulares no están cuantificados», no hay un registro, y hay personas que acuden al hospital cuando ya tienen «algo tremendamente llamativo», lo que, a su juicio, indica la existencia de un porcentaje de población que no está acudiendo a consulta, ni al médico de Atención Primaria ni al dermatólogo.

En este contexto, resalta que falta concienciación y educación sanitaria ya que «para que uno considere que algo es peligroso tiene que saber que ese algo es peligroso».

«En España se convive con el sol» y «se tiene como normalizado que a partir de ciertos años la piel tiene que envejecer», por lo que considera «fundamental» la labor de educación y divulgación para aprender a «identificar algo como malo» y actuar en consecuencia.