Protestas en Panamá continúan con más enfrentamientos entre Policía y manifestantes

La Policía de la Unidad de Control de Multitudes de Panamá (UCM) custodia una zona en el sector de Viguí durante manifestaciones de indígenas, este martes en Santiago (Panamá). EFE/ Bienvenido Velasco

Viguí (Panamá), 13 may (EFE).- Las protestas en Panamá continuaron este martes, en su tercera semana consecutiva, con más enfrentamientos violentos entre agentes antidisturbios y los manifestantes, en rechazo a iniciativas impulsadas por el Gobierno del presidente panameño, José Raúl Mulino, entre ellas una controvertida reforma a la seguridad social.

Las movilizaciones dejan un saldo global de 196 personas aprehendidas en un paro gremial liderado por docentes del sector público, el sindicato de la construcción Suntracs y trabajadores de fincas bananeras, según datos de la Policía Nacional (PN).

Grupos indígenas fueron dispersados hoy por la Policía con gases lacrimógenos tras bloquear la carretera interamericana, que conecta todo el país, a la altura de la localidad de Viguí, provincia central de Veraguas. Las unidades antimotines lograron reabrir esa importante vía, según pudo presenciar EFE.

También se han registrado enfrentamientos similares en otras zonas del país principalmente en Chiriquí, provincia fronteriza con Costa Rica, y Ciudad de Panamá cuando grupos de sindicatos docentes intentaban marchar.

Los enfrentamientos han dejado varios manifestantes aprehendidos, una gran parte de ellos profesores sindicados, en varios puntos del país, según denunció la Asociación de Profesores de la República de Panamá (Asoprof).

El director de la Policía Nacional, Jaime Fernández, dijo en las redes sociales que en total se han dado “más de 480 cierres” de calles desde que comenzó este conflicto hace 21 días a nivel nacional, en los cuales “196 personas han sido aprehendidas” durante estas protestas y marchas en el territorio nacional.

Fernández detalló que hoy las unidades antidisturbios atendieron “67 puntos de concentración, 12 marchas y 45 puntos de cierre a nivel nacional”, siendo las provincias centrales de Veraguas y Coclé, así como la de Colón, Panamá y la contigua de Panamá Oeste las que “más se han visto afectadas” en cuanto a las aprehensiones, las cuales no precisó.

“Vamos a seguir manteniendo el libre tránsito a nivel nacional y así mismo prestar la atención a todo lo que son las marchas cuidándolas y así mismo cuidando el libre tránsito de todos los transeúntes a nivel nacional a fin de que las calles no estén cerradas”, remarcó el jefe policial.

“Entonces, pregunto: ¿Quién está trancando la vía? ¿los docentes o la Policía nacional? La Policía no deja pasar los carros”, grita un dirigente de Asoprof, el profesor Fernando Ábrego, ante el cordón de seguridad de la policía en pleno corazón de Ciudad de Panamá para evitar el paso de la marcha de los profesores previo a las escamaruzas, según un vídeo subido a redes sociales por el poderoso sindicato de la construcción Suntracs.

Ayer, las protestas dejaron al menos una docena de detenidos, la mayoría indígenas de la etnia Ngäbe Buglé, tras enfrentamientos en el poblado panameño de Ojo de Agua en la provincia central de Veraguas.

Desde el pasado 23 de abril los profesores mantienen un paro indefinido de labores contra una ley que reforma la Caja del Seguro Social (Seguridad Social) ya que, según alegan, afecta negativamente el sistema de pensiones. A ello se sumaron de manera escalonada indígenas, el sindicato de la construcción Suntracs, trabajadores de la importante bananera Chiquita, los farmacéuticos y los médicos.

Mientras tanto, los gremios empresariales solicitaron este martes buscar soluciones para la “paz social”, el cese de los bloqueos en las carreteras y regresar a los puestos de trabajo.

El Gobierno panameño ha insistido en la reinserción laboral alegando afectaciones a la golpeada economía, en tanto que el Ministerio de Educación comenzó desde este lunes a retener salario a los docentes que se ausenten de las clases.

Además de la reforma a la seguridad social, los manifestantes rechazan a un acuerdo de seguridad firmado con EE.UU. por el Gobierno panameño al considerarlo lesivo a la soberanía nacional.

Por su parte, la bananera Chiquita Panamá anunció ayer la suspensión definitiva de la producción en una parte de sus fincas que opera en la provincia de Bocas del Toro (Caribe), afectadas por la huelga sindical que ha supuesto al menos 10 millones de dólares en pérdidas para la transnacional.