Proyectos de complejos turísticos de lujo amenazan los ecosistemas de Puerto Rico

Fotografía del 22 de abril de 2025 donde se observa el edificio del Hotel Normandie en el balneario del Escambrón en San Juan (Puerto Rico). EFE/ Thais Llorca

San Juan, 30 abr (EFE).- Los ambientalistas de Puerto Rico se han puesto en pie de lucha para intentar frenar varios proyectos de construcción, entre ellos complejos turísticos de lujo con campos de golf, que amenazan los ecosistemas, el equilibrio ambiental y los recursos naturales del archipiélago caribeño.

“La erosión va a aumentar como efecto de la urbanización de un espacio público verde. Vamos a ver efectos e impactos directos e indirectos de los recursos costeros y marinos”, denuncia a EFE Braulio Quintero, director ejecutivo de ISER Caribe, una organización de restauración ecológica de arrecifes de coral en Cabo Rojo, en el oeste de Puerto Rico y a orillas del mar Caribe.

A sus 46 años, Quintero alza la voz para evitar que se desarrolle en Cabo Rojo el proyecto ‘Esencia’ que, financiado por Three Rules Capitol y Reuben Brothers, pretende construir en una reserva natural 900 viviendas, cinco hoteles de lujo, dos campos de golf, una villa de artistas, centro de traumas y una escuela.

“Ahí encontramos bosques de mangles que se van a ver afectados, dentro de la bahía vemos y encontramos praderas de hierbas marinas que son la fuente de alimentación de los manatíes, que son los mamíferos marinos que están protegidos, están en peligro de extinción y son las fuentes de nutrición para ciertas especies de tortugas”, precisa el activista ambiental.

“Eso sin mencionar que en la parte oeste del proyecto, como a unos 500 metros quizás 300, hay un arrecife de coral con colonias de corales que tienen más de 200 años de existencia y que están muy saludables y que se van a ver directamente afectados por la erosión”, subraya Quintero, agregando que en esa zona hay 146 yacimientos arqueológicos.

Edificaciones desafían la vida silvestre

Fotografía del 22 de abril de 2025 donde se observa la erosión causada en la playa debido a la construcción del paseo Puerta de Tierra en San Juan (Puerto Rico). EFE/ Thais Llorca

Además de ‘Esencia’, otros proyectos que actualmente intimidan a la biodiversidad y que los activistas batallan para evitar que se lleven a cabo son ‘The Cliff’ en Aguadilla (oeste), la construcción de una infraestructura en un cayo en el municipio de Fajardo (noreste) y la reconstrucción y ampliación del hotel Normandie en el balneario del Escambrón en San Juan (norte).

Asimismo, hay en marcha una iniciativa para construir un hotel de lujo en la isla-municipio de Vieques, y otro proyecto de edificación en Punta Bandera, en Luquillo, ambos en el este del archipiélago, todos ellos en el punto de mira de las comunidades locales.

Gradissa Fernández, portavoz de ‘Escambrón Unido’ hace hincapié a EFE en que “el espacio del Escambrón es un parque público, es un balneario” y, por ello, está en contra de que se amplíe el Normandie.

La activista aclara que no se opone a la reconstrucción, pero sí a “la revisión de la consulta de ubicación”, que se aprobó la semana pasada para permitir construir un estacionamiento de 547 plazas en un área pública.

“Ya estamos viendo cómo se vienen los permisos para construir y quedarse con nuestro parque público”, critica Fernández.

Reservas de agua de los acuíferos en peligro

Fotografía del 22 de abril de 2025 donde se observa el edificio del Hotel Normandie en el balneario del Escambrón en San Juan (Puerto Rico). EFE/ Thais Llorca

Los ciudadanos también están preocupados por la escasez de agua que se exacerbaría si se construyen estos proyectos.

Quintero explica que el área donde se pretende desarrollar ‘Esencia’ es “muy seca” y la fuente de riego principal serían los canales de riego del valle de Lajas, que actualmente proveen a las comunidades dos millones de galones de agua al día y con el mega proyecto aumentaría a 1,2 millones de galones adicionales.

“El proyecto lo que haría sería un déficit hídrico para las comunidades que ya nos suplimos de ese agua”, vaticina el vecino de Cabo Rojo.

Además de los mencionados proyectos, un problema persistente en Puerto Rico es la ineficacia de la legislación de zonificación y el Reglamento de la Zona Costanera, con construcción a pie de playa que ya se están viendo afectadas por la subida del nivel del mar y la erosión costera.

Para la activista Margarita María Asencio, de 66 años, es imprescindible que el pueblo puertorriqueño se manifieste para lograr evitar estas construcciones porque “hay unas generaciones que vienen detrás y que necesitan un país que esté limpio, que esté sano”.

  Esther Alaejos