Psicólogos alertan sobre las redes: Hay niñas de 9 años luchando contra el envejecimiento

Imagen de archivo (20/11/2023) de menores con teléfonos móviles.
EFE/ Antonello Nusca

Madrid, 16 sep (EFE).- Los expertos alertan sobre el evidente y alarmante efecto de las redes sociales en el aumento de los problemas de salud mental de los niños y jóvenes y abogan por no permitir a los hijos que usen móviles u otros dispositivos antes de los 16 años: «Vemos a niñas de 9 años luchando contra el envejecimiento».

En el encuentro ‘No caigas en sus redes’, organizado por el Consejo General de Psicología de España y la Plataforma Control Z, psicólogos, psiquiatras y otros especialistas han coincidido en que los jóvenes que han hecho un uso problemático de internet y redes sociales son niños menos empáticos, más impulsivos, tienen problemas de comprensión verbal, peor tolerancia frente a la frustración, trastornos de sueño y mayor desarrollo de conductas suicidas, entre otros.

¿Han aumentado los suicidios de los jóvenes como consecuencia de este uso de redes? «Completamente. Los médicos y los especialistas en salud mental están asustados porque los suicidios ya son la segunda causa de muerte entre los jóvenes hasta los 29 años, no solo en España, también en Europa, y las unidades que antes había en los hospitales donde se atendía a personas que habían intentado suicidarse están multiplicando por cuatro los pacientes», ha advertido Mar España, directora de la Plataforma Control Z.

El psicólogo del Programa de atención a la conducta suicida del Hospital Sant Joan de Deu de Barcelona, Francisco Villar, ha confirmado el aumento de casos.

«Tenemos a chicas de 9 años haciendo toda la parte de ejercicios faciales y de maquillajes, que están súper preocupadas en luchar contra las arrugas; esa focalización en la imagen incrementa con mucho la presión estética, piensan que podrían ser más guapas» y reciben un mensaje continuo de que no son suficientes o podrían ser mejores.

Para el psicólogo, el principal problema que tienen esos menores «es que todo el tiempo que están dedicado a esto no están haciendo cosas sanas para ellos; tiene que ver con la pérdida de oportunidades».

«Un chico que no puede descansar por la noche, que no duerme, no puede aprender, no puede crecer, no puede estar, no puede sentir bienestar. Acaba arrastrando ese malestar, enfrentando una pérdida de ánimo y perdiendo la capaz de vincularse con los otros», ha añadido el experto a EFE.

El uso problemático y excesivo de las pantallas también deriva en obesidad. «Un niño que ve televisión tiene muchas más posibilidades de tener la obesidad que un menor que no la ve. No solo porque la televisión es una actividad estática, sino por todos los contenidos publicitarios que le llevan a modificar la alimentación y otros hábitos».

Para el experto, la solución es fácil: «No le des el móvil al niño al menos hasta los 16 años, aguanta la presión social» porque los entornos digitales son un mundo de adultos.

La directora de la Plataforma Control Z ha explicado que va a plantear a los grupos parlamentarios propuestas para mejorar la ley de protección de los menores en los entornos digitales, que se tramita en el Congreso de los Diputados y que ha deseado que se apruebe «con el máximo consenso».

Una de ellas va dirigida al sistema educativo para que la enseñanza digital se adapte a las pautas que están dando las sociedades médicas: entre de 0 a 6 años de cero horas, es decir, en educación infantil no puede enseñarse con pantallas porque es la edad de máxima plasticidad cerebral; de 6 a 12 años máximo una hora al día y a partir de los 12 años, dos horas con máximo.

Además, apuesta por la prohibición del acceso a redes sociales hasta una determinada edad (que coinciden puede fijarse en los 16 años) y exigir responsabilidad penal a las plataformas.

«Hay un abanico de medidas que todavía pueden mejorar la ley; estamos hablando realmente de una epidemia y un delito de salud pública. El algoritmo por ese uso excesivo va a provocar que si estoy mal, mi mente se vaya como un pegamento atraída hacia contenidos más negativos que van a poder provocar incluso mis ideas suicidas», ha aseverado la ex directora de la Agencia Española de Protección de Datos.