Raúl Salgado

Ferrol, 9 jul (EFE).- Con el interés inevitable por la presencia de la princesa Leonor a bordo, el buque escuela Juan Sebastián de Elcano ha atracado este miércoles con máxima puntualidad en el puerto de Ferrol, en el que permanecerá hasta la mañana del sábado, cuando partirá rumbo a Marín para despedir su nuevo crucero de instrucción para guardiamarinas.

La unidad ha llegado a la dársena de Curuxeiras a las ocho de la mañana, pero ya a primera hora era visible el despliegue policial en el entorno de Ferrol Vello, tanto con agentes a pie de calle como con vehículos dispuestos en varios puntos estratégicos.
La música de la banda del Tercio Norte de Infantería de Marina, con sede en la ciudad, ha acompañado al barco en su maniobra, en la que el sol, pero también la temperatura todavía fresca propia de ese tramo del día, han servido de aliados para la cita.
A diferencia de lo ocurrido en la tarde del martes, cuando muchos curiosos se agolparon en los litorales de Ferrol y Mugardos para ver la espectacular entrada del buque entre los castillos de San Felipe y A Palma, la discreción ha sido la nota dominante en el evento matinal.
Con los medios de comunicación en un espacio acotado y civiles en un punto próximo, los que carecían de autorización para estar lo más cerca posible del barco han tenido que conformarse con asistir a la estampa detrás de la valla que separa el entorno de la lonja ferrolana del muelle en el que suelen atracar los cruceros que recalan en la urbe.
La embarcación, en un claro guiño al lugar en el que ha hecho escala, se ha ido aproximando a tierra al ritmo de la célebre canción ‘Ferrol’, casi un himno oficioso de la ciudad, del grupo local Limones.
Saludos desde el buque escuela, la bajada de sus primeros integrantes cuando el reloj ni siquiera había marcado las ocho y diez y embarcaciones auxiliares, como el Ibaizabal Cinco y el Ramón Casas, escoltando la maniobra han completado el hito de hacer parada en la rada.
La discreción ha marcado también la aparición de la heredera de la Corona, a la que muchos intentaban poner cara desde la lejanía mientras otros, allegados de la dotación, se abrazaban en un punto habilitado para ello y más cercano a la lonja.
El comandante del barco, Luis Carreras-Presas, ha iniciado la estancia en Ferrol con una recepción en el Ayuntamiento, donde se ha reunido con el alcalde, José Manuel Rey Varela, en un acto reservado a reporteros gráficos.
El consistorio también prevé realizar un acto institucional a las ocho de la tarde del viernes, aunque se desconoce, al igual que el grueso de su agenda para estos días, si la princesa Leonor formará parte de la comitiva.
Este miércoles habrá ya una primera cita, esta vez a bordo, con presencia de dirigentes civiles y militares, como el almirante jefe del Estado Mayor de la Armada, Antonio Piñeiro, natural del vecino municipio de Mugardos y que llegó a Curuxeiras poco después de las nueve de la mañana.
Pocas caras conocidas en el recibimiento más allá del presidente de la Autoridad Portuaria ferrolana, Francisco Barea, para abrir una escala a la que se ha querido sumar un trío de mariachis, que reconoció, junto al vallado, que no se les había permitido amenizar la fiesta, a la que aspiraban incorporarse como allegados de un miembro de la dotación.