Beirut, 18 abr (EFE).- El líder del grupo chií libanés Hizbulá, Naim Qasem, afirmó este viernes que su formación no permitirá que “nadie lo desarme” y que se enfrentarán a cualquiera que lo intente después de que el presidente libanés, Joseph Aoun, dijera la semana pasada que el Estado tendrá el monopolio de las armas.
“Los discursos de Israel sobre el desarme de la resistencia tienen como objetivo debilitar al Líbano y ocuparlo como parte de su proyecto expansionista, pero no permitiremos que nadie desarme la resistencia y debéis eliminar esta idea del diccionario”, dijo Al Qasem en un discurso televisado por la cadena libanesa Al Mayadeen.
“Nos enfrentaremos a cualquiera que ataque la resistencia y quiera desarmarnos, y no aconsejamos a nadie que juegue este juego con nosotros”, agregó.
En su discurso afirmó que Israel es “un delirante si piensa que puede lograr sus proyectos”. “Quien piensa que somos débiles es un delirante”, remarcó.
Qasem reiteró los efectos negativos que conllevaría desarmar a Hizbulá: “Desarmar la resistencia por la fuerza significa prestar un servicio al enemigo, y eso es una sedición que no se producirá”.
También extendió su mano al Estado libanés para expulsar a Israel de las cinco posiciones que ocupa todavía en el sur del país, las cuales debió abandonar en cumplimiento del alto el fuego acordado: “Si el Estado libanés decide hoy expulsar por la fuerza a Israel y declarar la guerra, estamos listos para luchar en la frontera”.
Además, remarcó que “el Líbano no puede operar bajo la tutela estadounidense” porque “patrocina a Israel, el tumor canceroso que debe ser erradicado, no solo del Líbano sino de toda la región”.
El discurso de Qasem se da un día después de que el diputado del grupo chií libanés Hizbulá Hasán Fadlallah reiterara la disposición de su movimiento a participar en un diálogo para preparar una estrategia de defensa nacional en el Líbano, pero lo supeditó al previo final de los ataques y de la ocupación por parte de Israel.