¿Quién ‘socorre’ a los socorristas? El colectivo denuncia su situación laboral

Imagen de archivo de una silla de socorrista vacía. EFE/Ramón de la Rocha

Isabel Toscano y Míriam Sierra

Madrid, 8 ago (EFE).- El pasado 2 de agosto cerca de las doce del mediodía, durante la segunda jornada de la huelga indefinida convocada por los socorristas de las costas barcelonesas, la torre de vigilancia número 15 de la playa de la Mar Bella se encontraba vacía cuando un bañista quedó inconsciente en el agua.

Por suerte, los socorristas de la torre más próxima pudieron llegar a tiempo para reanimar al hombre, y lo vivido durante el primer sábado de agosto se quedó en una simple anécdota.

En los primeros siete meses de 2025 un total de 302 personas han muerto ahogadas en espacios acuáticos españoles, una cifra récord desde 2015, según el informe publicado por la Real Federación Española de Salvamento y Socorrismo (RFESS), que añade que el de este año es el cuarto peor julio desde que se recogen datos.

Según han confirmado responsables de la RFESS a EFE, 9 de cada 10 de esos fallecimientos se producen en zonas no vigiladas o donde no hay un servicio de socorrismo activo. Estos últimos, según aclaran, son espacios oficialmente habilitados para el baño, pero en los que la presencia de socorristas no es obligatoria debido a las normativas locales o a sus infraestructuras.

Sin embargo, esto «no significa que no sean peligrosos», añaden antes de subrayar que tal «vacío legal» genera una falsa sensación de seguridad en los bañistas.

Esa misma sensación la comparten aquellos que acuden a las playas fuera del horario de vigilancia de los socorristas o quienes creen conocer las aguas e ignoran las banderas o advertencias.

En Barcelona, la escasez de personal ha obligado a levantar banderas amarillas y rojas en las playas, que nada tienen que ver con la peligrosidad del mar.

«No es casualidad que tengamos un verano récord en muertes por ahogamiento»

Gustavo Ariel Imperiale, un socorrista argentino que lleva 24 años persiguiendo el verano entre su país natal y las playas catalanas, ha explicado a EFE que la situación en el litoral barcelonés es insostenible, con unos servicios mínimos de personal que no pueden salvaguardar todas las playas.

Esta falta de vigilancia es uno de los principales motivos que ha llevado a los socorristas de Barcelona a iniciar una huelga indefinida el pasado 1 de agosto.

No obstante, Imperiale adelanta que muy probablemente no sean los únicos, ya que guardacostas de otras regiones de España también están denunciando su descontento con las condiciones laborales.

La RFESS advierte que lo que ocurre en Cataluña «es solo el espejo» y que el problema es «estatal», a lo que Imperiale apostilla: «está al caer una huelga masiva».

Cristian Valencia, presidente de la Asociación de Socorristas de las Islas Canarias (ASOCAN), apunta a que la falta de supervisión en las playas es un problema estructural con ayuntamientos que están haciendo «muy mal» su trabajo.

Esto se debe a que, según ha explicado a EFE, los ayuntamientos no regulan la actividad de las empresas de contratación de los socorristas, y matiza que no destinan personal suficiente a las playas, quedando muchas de estas sin vigilancia entre semana o con horarios reducidos.

Además, desde la asociación piden una formación más estricta, enfocada a reducir la temporalidad en la profesión para así conseguir mantener a largo plazo un personal cualificado que revalorice su trabajo y lograr que quien quiera ser socorrista pueda jubilarse siéndolo.

Una formación insuficiente para una responsabilidad tan alta como salvar vidas

La RFESS también insiste en que muchos de los cursos no ofrecen toda la cualificación y actualización técnica necesarias para desempeñar las labores de salvamento, con algunos socorristas que acceden a los puestos de trabajo con cursos de apenas 60 horas.

«Este no es un reproche hacia los socorristas, sino una llamada de atención al sistema que permite y legitima esta situación», apunta la federación.

Lucas, socorrista argentino que trabaja en Madrid, considera que la formación en España podría mejorarse con la implementación de más cursos de primeros auxilios, además de aumentar la duración de las formaciones y divulgar también que es un trabajo que puede salvar vidas y la responsabilidad que ello conlleva.

En España, cada comunidad autónoma establece una serie de criterios adecuados a su región. En concreto, en la de Madrid la Consejería de Sanidad publicó en 2021 una ordenanza que anulaba los títulos obtenidos anteriormente y por la cual se acreditaba uno nuevo con carácter indefinido, eliminando así el anterior sistema de reciclaje.

Alejandro y Alberto, socorristas en Madrid, creen que eso no da la seguridad profesional que requiere el trabajo, y aunque igual no es necesario renovar los cursos periódicamente, sí deberían reforzarse los procesos de selección en la contratación, enfatizan.

Una formación adecuada es imprescindible para garantizar la seguridad, no solo de aquellos que se bañan, sino también de quienes trabajan para protegerlos, «porque solamente puede entender lo que significa una vida el que tuvo la vida de otra persona en sus manos alguna vez», alega Imperiale.