Quito, 29 may (EFE).- La evolución urbana a lo largo de cinco siglos de historia de la capital de Ecuador es el viaje que propone el libro ‘Quito a través de sus planos: historia y transformaciones’, un compendio cartográfico que permite recorrer el crecimiento de esta ciudad enclavada en los Andes, desde su fundación en 1534 hasta la actualidad.
El libro, editado por el arquitecto e investigador independiente Alfonso Ortiz junto a la Universidad San Francisco de Quito (USFQ) y la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID), con el apoyo de la Embajada de España en Ecuador, se presentó este jueves en la capital ecuatoriana como una reflexión sobre la resiliencia y creatividad de Quito frente a los desafíos de su geografía y su historia.
La publicación profundiza en las transformaciones físicas y simbólicas de la capital ecuatoriana, al mostrar cómo su traza urbana cambió con el tiempo y se mantuvo siempre como reflejo de sus habitantes.
Con imágenes de alta resolución, el libro permite observar la evolución de conventos, plazas, barrios y manzanas desde una mirada aérea, lo que permite constatar cómo la ciudad fue adaptándose a un entorno geográfico complejo.
Nacido en Quito, Ortiz dedicó más de dos décadas al estudio de la historia urbana y la cartografía de Ecuador con un enfoque multidisciplinario que combina arquitectura, historia y análisis gráfico para reconstruir la evolución de las ciudades andinas.
“En Quito se ha perdido muchísimo”, señaló Ortiz, al referirse a la falta de documentación gráfica en ciertas etapas clave del desarrollo urbano. El autor indicó que la mayoría de planos modernos se elaboran a partir de referencias anteriores, lo que en muchos casos provocó una perpetuación de errores.
“Se utilizaba como referencia los planos que existían anteriormente, es decir, era como uno sobre otro, pero se incorporaban nueva información, se hacían precisiones de la de lo que existía, pero también de la misma manera se arrastraban errores”, precisó.
Durante la presentación, el autor también destacó el periodo comprendido entre fines del siglo XVIII y comienzos del XIX como un punto de inflexión en la cartografía de la ciudad, cuando también detalló que se empezaron a levantar “representaciones más rigurosas del continente” por cartógrafos europeos.
Uno de los casos más llamativos abordados en la obra es la del arquitecto uruguayo Guillermo Jones Odriozola, formado en la escuela de Montevideo y que, al criterio de Ortiz, fue el encargado de elaborar uno de las representaciones cartográficas más importantes para el futuro de la ciudad.
“No es un plano de la ciudad en el sentido cartográfico de representar la realidad, sino el deseo de cómo quiere que sea la ciudad del futuro”, explicó Alfonso.
Durante la presentación del libro, el embajador de España en Ecuador, Enrique Yturriaga, destacó la importancia de la cooperación bilateral en materia de restauración y rehabilitación de espacios históricos.
En este sentido, Yutrriaga subrayó el papel que ha desempeñado España en la conservación del centro histórico de Quito, declarado patrimonio de la humanidad por la Unesco en 1978, y uno de los mejor preservados de América Latina.
Además del análisis cartográfico, el libro incluye cuatro ensayos dedicados a elementos geográficos fundamentales para comprender la evolución urbana y la identidad de Quito: el volcán Pichincha, la colina de El Panecillo, el cerro Itchimbía y el río Machángara, espacios que, más allá de su relevancia topográfica, han adquirido un profundo significado simbólico en la historia y el imaginario colectivo de la ciudad.