Guayaquil (Ecuador), 7 sep (EFE).- El Municipio de Quito, la capital de Ecuador, empezará a utilizar agua tratada proveniente del sistema de lixiviados de su relleno sanitario para apagar los incendios forestales, con el objetivo de evitar usar la que se extrae de fuentes hídricas naturales.
Los lixiviados son los líquidos que se generan cuando la lluvia o los residuos se filtran a través de la basura, y que, sin un tratamiento adecuado, pueden contaminar el suelo y las fuentes de agua.
En el relleno sanitario El Inga, en Quito, «este líquido ahora pasa por un proceso de depuración que lo transforma en agua limpia y apta para ser reutilizada, convirtiéndose en un recurso clave para emergencias como los incendios», aseguró la municipalidad en un comunicado.
El sistema de tratamiento de la empresa municipal que gestiona los residuos sólidos combina procesos físicos y químicos «que aseguran un agua de alta calidad, apta para su reutilización segura».
El agua recuperada también se puede utilizar para riego y reforestación.
La planta de tratamiento es capaz de captar hasta ochenta metros cúbicos de agua cada hora, lo que equivale a 80.000 litros, «casi como llenar 32 piscinas pequeñas de jardín en solo sesenta minutos», explicó el municipio.
En promedio, la planta de tratamiento produce ochocientos metros cúbicos de agua limpia al día, es decir, 800.000 litros, suficiente para abastecer a unas ocho mil personas durante todo un día, según cálculos de la entidad local.
«La gran innovación es que el agua que estamos usando es agua que ya fue tratada de los lixiviados y esto evita que en casos de emergencia la ciudad ocupe fuentes de agua de reservorios que están destinadas para el uso de los ciudadanos», enfatizó Santiago Andrade, gerente general de la empresa municipal de gestión de residuos sólidos.
Solo en 2024, en la capital ecuatoriana se registraron 340 incendios forestales, que afectaron más de 2.200 hectáreas en zonas sensibles de la ciudad.