Madrid, 16 jun (EFE).- El español Jon Rahm, exnúmero uno del mundo y ganador del Abierto de Estados Unidos en 2021 y del Masters de Augusta en 2023, se marchó del infernal campo de Oakmont con sabor agridulce tras una buena última ronda que le impulsó a la séptima plaza, lo que le permitió conseguir tres ‘top’ 10 de los últimos cuatro torneos del ‘Grand Slam’.
El jugador de Barrika, que tuvo un comienzo esperanzador el jueves con una tarjeta con 69 golpes (-1), perdió sus opciones de luchar por la victoria en la segunda y la tercera vueltas, en las que firmó 75 y 73.
El domingo, en la jornada final, mostró un esbozo de sonrisa con tres ‘birdies’ en los tres últimos hoyos tras, por fin, encontrar el camino que se le había resistido en numerosas ocasiones los días precedentes.
Ese buen final permitió a Rahm ser el líder en la casa club hasta que terminó su recorrido después el estadounidense Cameron Young y a la postre en la séptima plaza con -4, a cinco impactos del sorprendente y brillante ganador, el también norteamericano JJ Spaum.
Con ese puesto final, Rahm volvió a terminar en un ‘top 10’, como en el Abierto Británico de 2024, en el que también fue séptimo después de reaccionar igualmente en la última jornada, y en el Campeonato de la PGA de este año, en el que fue octavo.
El Masters de Augusta 2025 ha sido el único grande de los cuatro últimos en los que Rahm, habitual también del ‘top 10’ en el LIV -ganó las series el pasado año con triunfos en el Reino Unido en julio y Chicago en septiemre- no pudo alcanzar la misma cota, al finalizar decimocuarto empatado tras otro torneo que fue de menos a más.
En total, de todos los torneos del Grand Slam que ha disputado desde 2016 ha terminado entre los diez primeros en quince oportunidades. Ahora, tras el consiguiente paso por los próximos torneos del circuito LIV, mira ya al Abierto Británico que se disputará del 14 al 21 de julio en Royal Portrush (Irlanda del Norte), donde se jugó por última vez en 2019 con victoria del irlandés Shane Lowry y en el que el jugador vasco fue undécimo tras un mal final.