Madrid, 5 mar (EFE).- El expresidente del Gobierno Mariano Rajoy se ha reivindicado este miércoles en el Congreso como el artífice que evitó un golpe de Estado en Cataluña en 2017 y ha negado que existiera una operación para dañar al independentismo porque, a su juicio, la única y “de verdad” operación Cataluña fue la que intentó “liquidar” España.
Durante tres horas y media, Rajoy, que fue presidente del Ejecutivo entre 2011 y 2018, ha comparecido en la comisión parlamentaria que indaga sobre una supuesta trama parapolicial orquestada bajo su mandato para atacar con informes policiales falsos y publicaciones periodísticas a dirigentes catalanes.
“Encantado” de acudir a esta comisión e, incluso, a otras que se crearan y algunas que echa de menos, Rajoy, sin embargo, ha considerado que este tipo de comisiones “no es que sean ilegales, sino que son una vulneración de las reglas democráticas no escritas, porque el Parlamento está para controlar al Gobierno de turno”.De hecho, ha calificado esta comisión como la de “los siete votos”, en alusión al número de diputados de Junts, cuyos votos son necesarios para que el Ejecutivo de coalición de Pedro Sánchez saque adelante sus políticas.De todos modos, ha opinado que los parlamentarios de la comisión se habían equivocado de interlocutor al citarle. “Yo no pinto nada aquí”, ha enfatizado en una sala Prim con más diputados que en sus nueve sesiones anteriores, sobre todo de la bancada del PP, en la que se ha sentado su portavoz Miguel Tellado.Rajoy no ha eludido ninguna pregunta, ha tomados algunas notas, ha acudido con papeles y también con uno de sus libros, ha hecho gala de su memoria y ha salpicado sus intervenciones con su habitual ironía y retranca, en un ambiente plagado de “run run y raca raca”, como lo ha definido el parlamentario del PSOE Manuel Arribas.Niega que ordenara espiar a PodemosSu intervención inicial, a la que todo citado tiene derecho, ha servido para dejar claro que desconocía la existencia de una operación contra los independentistas y de una trama policial para perseguirles. De lo único que tenía conocimiento es de las actuaciones y condenas de determinados dirigentes catalanes que “vulneraron” la ley y la Constitución.El resto, ha apostillado, se asienta, según ha dicho de forma sarcástica, en “comidas, cenas y meriendas” que no conoce o en grabaciones, que no protagoniza, del excomisario José Villarejo, con el que “están obsesionados” los socialistas, ha aseverado.Como la primera diputada en intervenir ha sido la líder de Podemos, Ione Belarra, el expresidente ha tenido que responder a otro asunto que no es objeto de la comisión, el supuesto espionaje a ese partido, que ha negado, así como también que lo hubiera ordenado.”Soy una persona de derechas y de provincias, pero ante todo soy demócrata. Y como soy un demócrata, yo nunca espiaría a miembros de las Cortes Generales. No tendría, ni tengo, ni tendré ningún interés en hacer una inspección sobre ustedes porque no me parecen tan importantes para mi vida”, le ha respondido Rajoy.”Orgulloso” de haber parado un golpe de EstadoGran parte de sus manifestaciones han estado dedicadas a defender su actuación contra el procés. Se ha mostrado “absolutamente orgulloso” de haber “parado” el “golpe de Estado” de los independentistas catalanes del procés en 2017 y ha aseverado que esto le “valió la pena”.Rajoy ha dejado claro que está especialmente orgulloso de haber parado esta vulneración, con la Constitución y la ley en la mano, que la decisión de activar el articulo 155 de forma consensuada con el PSOE fue avalada por el Tribunal Constitucional y recientemente por el Tribunal Europeo de Derechos Humanos.”La pena -ha añadido- es que hayamos tenido que llegar a la situación actual”, en alusión a que los pactos entre los dos grandes partidos nacionales “son los que traen el bien común”, frente a los que se hacen con otras formaciones que “traen situaciones como que las estamos viviendo ahora”.Sobre la materia de la comisión, Rajoy ha pedido insistentemente a los diputados que le preguntaran por Andorra y las presuntas presiones que ejercieron para que los responsables de la Banca Privada Andorrana facilitaran sin ninguna orden judicial las cuentas de dirigentes catalanes.Rajoy se ha desvinculado de estas maniobras, ha asegurado que el presidente de Andorra las negó y que la Audiencia de Madrid archivó la comisión rogatoria porque la querella “absurda” presentada por una supuesta asociación de derechos humanos ligada el independentismo no describía los hechos de forma concreta.