Johannesburgo, 4 ago (EFE).- El presidente de Sudáfrica, Cyril Ramaphosa, afirmó este lunes que Sudáfrica debe adaptarse a un entorno comercial “turbulento” y “explorar otros mercados”, aunque aseguró mantener “canales de comunicación abiertos” con Estados Unidos, cuando restan tres días para la imposición de un 30 % de aranceles por la administración de Donald Trump.
“La decisión de Estados Unidos de imponer un arancel del 30 % a las importaciones procedentes de Sudáfrica subraya la urgencia con la que debemos adaptarnos a los crecientes vientos turbulentos que enfrenta el comercio internacional”, dijo Ramaphosa en un comunicado.
El viernes pasado, Sudáfrica puso sobre la mesa un paquete con propuestas propias y demandas concretas a Washington, que aún deben ser objeto de negociación.
“Como gobierno, hemos estado en diálogo con Estados Unidos para reforzar relaciones comerciales y de inversión mutuamente beneficiosas. Todos los canales de comunicación siguen abiertos para continuar este compromiso”, aseguró el mandatario.
Ramaphosa indicó que los aranceles tendrán un “impacto considerable” en las industrias, los trabajadores y las finanzas públicas en caso de que los aranceles entren en vigencia el próximo 7 de agosto.
Después de China Estados Unidos es el segundo socio comercial más importante de Sudáfrica, que cuenta con 22 empresas invirtiendo en el país norteamericano en sectores como la minería, los productos químicos, los farmacéuticos y la cadena alimentaria.
Los sectores más afectados por los aranceles serán la agricultura, el textil y el automotriz, que hasta ahora se han beneficiado por la Ley de Crecimiento y Oportunidad para África (AGOA, por sus siglas en inglés) implementada en el 2000 y destinada a ayudar a los países del continente a desarrollar sus economías.
Según Ramaphosa, las importaciones sudafricanas benefician a los consumidores estadounidenses por su variedad y coste, como la producción de cítricos que es contraestacional y no compite con la producción local.
“Nuestra máxima prioridad es proteger nuestras industrias exportadoras. Seguiremos dialogando con Estados Unidos para preservar el acceso de nuestros productos a su mercado. También debemos acelerar la diversificación de nuestros mercados de exportación, especialmente profundizando el comercio intraafricano”, añadió.
Sudáfrica estableció una Oficina de Apoyo a la Exportación, que brindará paquetes de asistencia destinados a empresas, productores y trabajadores para ayudarlos a “explorar otros mercados” en África, Asia, Oriente Medio y con los que el país ya tiene acuerdos comerciales.
El Gobierno buscará avanzar en la implementación y expansión del Área Continental Africana de Libre Comercio (AfCFTA).
“En los próximos meses intensificaremos nuestras misiones comerciales hacia nuevos mercados en África y otras regiones, así como el Programa Nacional de Desarrollo de Exportadores, cuyo objetivo es ampliar el número de empresas preparadas para exportar”, reafirmó el jefe de Estado.
Las relaciones diplomáticas entre ambos países se han deteriorado desde que Trump ordenó en febrero suspender la ayuda económica a Sudáfrica, al acusar a su Gobierno de «confiscar» tierras de la minoría afrikáner y por su denuncia de Israel ante la Corte Internacional de Justicia.
Durante un encuentro entre ambos mandatarios en la Casa Blanca en mayo pasado, Trump proyectó un video denunciando un supuesto «genocidio» contra los afrikáner, una acusación que Ramaphosa rechazó de forma categórica.