Getafe (Madrid), 17 mar (EFE).- Con pocos minutos en el Villarreal, Ramón Terrats apostó por hacer las maletas en el mercado de invierno para jugar cedido en el Getafe y, poco más de un mes después de su despedida, se ha convertido en un referente del conjunto azulón tras convencer a uno de los entrenadores más exigentes de la Liga: José Bordalás.
Terrats culminó este domingo su progresión hasta la cima en el Getafe. Con un doblete a Osasuna en El Sadar, dio la victoria a su equipo (1-2), ahora nueve puntos por encima del descenso, algo impensable tras el último partido que disputó en 2024 con derrota frente al Mallorca (0-1). El fino centrocampista catalán marcó dos goles que dieron la razón a Bordalás, que cuando firmó a su nuevo jugador estrella no necesitó ni un entrenamiento para darle la titularidad.
Sin prácticamente bajarse del coche que le trasladó de Villarreal a Madrid para cerrar su fichaje, Terrats recibió una llamada de su entrenador que mostró la confianza que tenía en un centrocampista cuyo referente es Sergio Busquets. Sin ejercitarse junto a sus nuevos compañeros, y en la víspera del choque de Copa del Rey que perdió ante el Atlético de Madrid (5-0), recibió la bendición de Bordalás.
“Cuando venía la noche anterior, bastante tarde (llegamos a las 0:30 más o menos), me llamó el míster. Me dijo que estaba muy contento de tenerme aquí y que era muy posible que jugase. El día del partido tuvimos una pequeña charla personal, para conocer el plan del partido. Me dijo que iba a jugar”, relató.
Desde ese día, Terrats no ha salido jamás de la alineación del Getafe. Ha sido titular en todos los partidos y sólo ha sido sustituido en los últimos minutos de dos de ellos. Terrats enamoró a Bordalás desde el minuto uno y Bordalás enamoró a Terrats desde que pisó el césped del Metropolitano con la camiseta del Getafe por primera vez.
“Si a Bordalás le pusieran una cámara en el vestuario, sería el ídolo de España. Es increíble, no lo había vivido nunca. Da unas charlas muy buenas. Desde fuera tiene una etiqueta y le mata, pero como persona es genial y muy cercano”, dijo Terrats en una entrevista a ‘Jijantes’ hace una semana.
El desarrollo de Terrats en el Getafe ha sido escalonado. Y ha estado relacionado con sus compañeros en el centro del campo. La explosión definitiva ha llegado cuando ha coincido con Luis Milla y Mauro Arambarri, los tres a la vez. Juntos forman un trío muy compenetrado, combativo, que no elude el esfuerzo y muy técnico que tienen buena parte de culpa de las dos últimas victorias del conjunto azulón ante el Atlético de Madrid (2-1) y Osasuna (1-2).
Son las dos únicas veces que han coincidido sobre el césped y la conexión ha fluido. En ambos casos, Arambarri, al Atlético, y Terrats, a Osasuna, firmaron un doblete para dar la victoria a su equipo. Bordalás, para Terrats, sólo tiene halagos y contestó a sus palabras con el mismo cariño.
“Intento que haya buen ambiente. Una cosa es la exigencia y el rigor. Pero todos cuando vamos a nuestro puesto de trabajo tiene que haber un buen ambiente. La verdad es que yo también estoy muy contento con Ramón Terrats”, destacó.
La realidad es que el fino medio centro del Villarreal ha caído de pie en el Getafe. Milla y Arambarrri tienen a otro compañero con el que pueden cambiar el registro de su equipo. Ahora, puede mutar de un grupo rocoso a otro combinativo. Terrats era la pieza que le faltaba a Bordalás para encajar el puzle. Y es que, el centrocampista cedido por el Villarreal, puede decir aquello de ‘veni, vidi, vici’ (llegué, vi, vencí). En poco más de un mes, ya es un jugador clave en el Getafe.